La lista de especies de hongos y líquenes ligadas a la medicina tradicional en el país, lejos de suponerse que es corta, es de casi cien especies y la información sobre las mismas está sumamente dispersa en muchas fuentes biblio¬gráficas, algunas de ellas poco accesibles. Para el presente trabajo se consultaron numerosas citas, la gran mayoría de la época actual, y son reflejo del desarrollo de las investigaciones etnomicológicas, motivadas en parte, por el redescubrimiento del uso de los hongos sagrados o alucinógenos en los mediados de la década de los 50's, con los trabajos de Wasson y Wasson (1957), Heim y Wasson (1958) y Guzmán (1959; 1983-A), entre otros, quienes abrieron el interés por el estudio de los hongos y se basaron directamente en los informantes de varios grupos étnicos del país y en parte, en referencias tan antiguas como la de Sahagún (1555) y en los trabajos pioneros de Reko (1945) y Schultes (1939) y otras.
El tema aquí abordado ha sido muy descuidado en la botánica mexicana, como el de los hongos en general hasta antes de la década de los 60's, que fue cuando se inició el desarrollo de la micología mexicana. Se ha perdido la gran oportunidad de investigar directamente entre los diferentes grupos étnicos del país, el uso de los hongos. Es sorprendente observar que fuentes bibliográficas clásicas como la de Las plantas medicinales de México de Martínez (1959-A) y reimpresa muchas veces, no citen ningún hongo ni liquen con tales propiedades y en la obra del mismo autor (1959-B) las Plantas útiles de México, apenas se hace mención del teonanácatl, identificado confusamenta como Panaeolus campanulatus var. sphinctrinusy con Psilocybe mazatecorumy P. mexicana; además en dicha obra se ilustra Amanita muscaria sin ningún comentario, hongo que como se hace ver ahora, tiene enorme importancia etnomicológica en el país, incluso en la farmacopea. Obras clásicas mexicanas como la del Compendio de la historia de las drogas de Noriega (1941), apenas mencionan algunos hongos y líquenes usados en la farmacia, como el cornezuelo del centeno, el liquen de Islandia y el liquen pulmonaria, con datos ambiguos e incompletos. En los trabajos del extranjero, como los de Youngken (1959), Birks (1991), Bahl (1984), Findlay (1982) y Beneke (1963) se obtuvo importante información sobre los hongos y líquenes mexicanos que crecen además en otras latitudes. Referente a fuentes de información, también se recurrió frecuentemente a las herbolarias de la Ciudad de México y de Guadalajara y las Ferias de Xalapa y Coatepec, en donde se venden hongos y líquenes con propiedades medicinales; también se obtuvo información importante en las pláticas directas con personas en las ciudades o en el campo que usan los hongos como remedio.
El trabajo que aquí se presenta es una recopilación y descripción de los hongos y líquenes con propiedades medi¬cinales y es el primero en su género en México, de no ser la síntesis que publicó el autor recientemente (Guzmán, 1994). Se discute aquí una relación de más de 90 especies vinculadas con la medicina tradicional, además de numerosas levaduras y mohos que integran el pozol y el hongo chino del té, todos estos hongos con su sinonimia científica y popular, su posición taxonómica y las fuentes de información.
El autor hace patente su agradecimiento al técnico Fidel Tapia, su asistente por parte del SNI en el Instituto de Ecología de Xalapa, quien le ayudó significativamente en la obtención de datos de las numerosas fuentes bibliográficas consultadas. Así mismo agradece a los Maestros en Ciencia Victor M. Bandala y Leticia Montoya, también del Instituto de Ecología, por la revisión crítica a este trabajo y por la ayuda prestada en los dibujos La M. en C. Laura Guzmán-Dávalos de la Universidad de Guadalajara, proporcionó importante información en varias especies del Estado de Jalisco, así como comentarios a este trabajo.
El uso de los hongos entre los mexicanos data desde tiempos prehispánicos, como lo revela esta interesante representación en el Códice Magliabechiano de Sahagún del siglo XVI y en donde se puede ver la ingestión de los hongos sagrados, el teonanácatl de Los Aztecas El conocimiento sobre los hongos entre los grupos étnicos del país es enorme y ancestral. Los indígenas y campesinos saben diferenciar bien las especies comestibles, las medicinales, las sagradas y las venenosas. A la izquierda un brujo Zapoteco de Oaxaca recolectando un minúsculo Psilocybe mexicana y ala derecha un Purépecha de Pátzcuaro con un hongo comestible.Nota: Los números anotados al final de los datos etnobotánicos, se refieren a las citas bibliográficas.