Sinónimo(s): tumores en los pechos (1). Lengua Indígena: Maya (Q. Roo) hul im, hul im´i (2).
Abscesos en las mamas que pueden llegar a reventarse, originados por acumulación de leche, y que se manifiestan con dolores intensos y fiebre.
La principal causa referida es la acumulación de leche en las mamas. Así, en Santiago Yancuictlalpan, Puebla, se dice que cuando la mujer está cargada de leche, el niño no alcanza a terminarla; además, si tiene los "pezones tapados", la leche acumulada va madurando hasta formar tumores, caracterizados por la formación de bolas en los pechos que pueden "pudrirse" y reventarse produciendo dolor y fiebre (1). En San Luis Potosí, mencionan que estas bolas en los pechos se deben a que el niño eructa cuando está mamando (3). En Morelos, indican que se trata de formaciones de bolas de leche en los senos, perceptibles al tacto, acompañadas de estados febriles (V. fiebre de leche) e intenso dolor (4); en Hueyapan, se atribuye su aparición a que la recién parida no siguió las indicaciones propias de la cuarentena, formándose las bolas que pueden reventarse (5). Informantes mayas de Quintana Roo dicen que se tiene hul im cuando el pecho de una mujer "se pone como piedra", da mucho dolor y calentura, y anotan que es más frecuente cuando la mujer está amamantando, "dando chuchu" (2).
En comunidades de Puebla, tratan las bolas en los pechos con baños de cocimientos de plantas medicinales (1). En Morelos se dan masajes: el terapeuta se coloca detrás, de la mujer y extiende por delante, sobre el pecho, una manta de unos veinte centímetros de ancho que mueve hacia los lados, jalando hacia atrás para lograr una presión mayor; también se acostumbra aplicar lienzos mojados con agua caliente sobre los senos, dando masajes en forma circular. Si a causa de la formación de las bolas de leche, la mujer presenta fiebre, la primera acción terapéutica consiste en extraer la leche acumulada manualmente, mediante una perilla de goma, prescribiendo además tés medicinales (4).
La medicina académica explica que la aparición de abscesos puede deberse a la retención de la leche en algunos alveolos de la glándula mamaria, lo que provoca que una parte de la misma se ponga dura, tensa y dolorida, y se manifieste ocasionalmente con procesos febriles, lo que se conoce como infarto doloroso de la mama.
Más comúnmente corresponde a infecciones (mastitis), que pueden penetrar por un conducto de los que desembocan en el pezón, conduciendo la leche desde una grieta a la piel circunvecina (galactoforitis, linfanguitis). Ambas pueden terminar produciendo un absceso. Los síntomas pueden ser: enrojecimiento de la piel, aumento local de temperatura, dolor en la región cercana al pezón, ocasionalmente fiebre, escalofríos y otros síntomas generales de infección. La medicina occidental en caso de absceso, recomienda colocar una bolsa de hielo sobre la zona inflamada, vaciar la glándula y tomar medidas antiinfecciosas convenientes, como la prescripción de sulfas, penicilina u otros antibióticos. En caso de persistir el absceso, abren éste para dar salida al pus (6).
(1) Cuerno Clavel L. et al., 1989.(2) Mata Pinzón, S. et al., 1988.(3) Reyes Antonio, A., 1982.(4) Mellado Campos, V. et al., 1989.(5) Álvarez Heydenreich, L., 1987.(6) Hammerly, M., 1978.