Se le llama así al parto en donde el rompimiento de las membranas amnióticas se produce antes de iniciarse las contracciones, sin que haya aún dilatación en el cuello de la matriz, o bien, a aquel en el que se llega al momento de la expulsión sin que se hayan roto las membranas.
En el segundo caso, la partera procede a romperlas "pellizcando la telita de la bolsa". Se considera que este tipo de parto es más doloroso y peligroso para la mujer y el producto (1 y 2).
(2) Cuerno Clavel, L. et al., 1989.