Náhuatl. Culto mágico
otomí dedicado al fuego que la partera realiza durante cuatro días y que es iniciado el día del parto.Cuando la futura madre comienza con las contracciones del parto, es colocada sobre una cama y a un lado es prendida una fogata, que permanece encendida durante cuatro días. El fuego debe ser atizado sin sacar una sola brasa; de lo contrario "le nacerán nubes en los ojos al recién nacido". Después del alumbramiento la partera baña a la criatura. Saca los petates y pajas sobre los que la mujer parió, y en su lugar deposita una ofrenda (1).
En la actualidad los otomíes y tzeltales realizan este ritual dentro del temazcal (V. costumbre de purificación).
Índice de Autores
(1) Carrasco Pizana, R, 1950.
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