Torcedura

El término torcedura es utilizado por los grupos indígenas del norte para designar una enfermedad musculoesquelética causada por una caída o un tropiezo. Por lo general, la persona que ha sufrido un percance de este tipo inicialmente recurre a los cuidados que puede prestarle alguno de los integrantes del grupo familiar, pero si la terapia casera no surte el efecto deseado, busca a los especialistas en este tipo de afecciones, los cuales usualmente se encuentran en localidades grandes; así, los kumiai acuden con los sobadores de las ciudades de Tecate o Ensenada, ya que, como señalan los informantes consultados, "antes había sobadores aquí, pero ya no hay".

A los pocos minutos de sufrir una torcedura, la persona afectada comienza a quejarse de dolor y a sentir inflamada la región accidentada, lo que le provoca dificultades para desplazarse.

Los tratamientos comprenden la aplicación de varios procedimientos terapéuticos, en los cuales se emplean diversas plantas medicinales. Primero se lava la zona lastimada con un cocimiento de hojas de árnica, enseguida se aplican las hojas en forma de cataplasma y, finalmente, se ingiere el propio cocimiento como agua de uso mientras dura el malestar, "para curar el golpe por dentro". Con los mismos fines, también se emplean la raíz de hierba del golpe o las ramas de álamo en cocimiento. La finalidad de estas terapias es la de "bajar la hinchazón" y quitar así el dolor. El enfermo debe guardar reposo hasta que la torcedura sane.