Procedimiento que realiza el terapeuta a enfermos que padecen depresión de la fontanela, caída de mollera, y presentan una de las extremidades inferiores más corta que la otra.
El curandero coloca al niño con la cabeza hacia abajo, sujetándolo de los pies, y con su mano abierta le golpea la planta de los pies y lo sacude levemente. Enseguida lo recuesta y soba las piernas hasta nivelarlas (1 y 2). Otro tratamiento consiste en rellenar el hueco de la fontanela para que se empareje; se cubre con sebo de venado o migajón con huevo, o bien, aceite y ceniza (3).
Cabe señalar que este procedimiento ya era practicado por los antiguos nahuas, tal como lo indica López Austin en sus trabajos (4).
(1) Zolla, C. et al., 1988.(2) Tascón Mendoza, J. A., 1988.(3) Padrón Puyou, F., 1956.(4) López Austin, A., 1990a.