Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
Diccionario Enciclopédico de la Medicina Tradicional Mexicana
Levantamiento de la sombra

Ceremonia que se realiza en la población de Cuijla, Guerrero, a los nueve días de fallecida una persona, con la finalidad de levantar su sombra, trasladándola al mundo sobrenatural de los muertos, para evitar que haga daño a los vivos (V. sombra).

Después que una persona ha muerto, se le baña y viste; su cuerpo amortajado adquiere un carácter sagrado que corresponde a su nueva naturaleza. El cadáver así engalanado se coloca sobre el suelo, donde previamente se ha pintado una cruz con ceniza o cal del tamaño o estatura del difunto. Se inician los rezos y al día siguiente es sepultado en el cementerio. La cruz de cal dibujada sobre el suelo tiene como objetivo retener la sombra del difunto; junto a ella se confecciona un altar doméstico con flores y papel de China, adornado con velas grandes y pequeñas encendidas ante imágenes sagradas. Al anochecer del noveno día, los familiares toman una cruz de madera sobre la cual escriben el nombre del finado y la fecha de su muerte, y la colocan sobre las "huellas" de la cruz de ceniza, para que "esté en contacto" con la sombra del muerto. Sobre ambas cruces se prenden cinco velas gruesas: una en la cabeza, otra en los pies, dos en los brazos y la quinta en un costado. Durante la velada se rezan rosarios y cantan letanías. A la media noche se lleva a cabo una comida ceremonial que dramatiza la última cena de Cristo y sus discípulos, quienes son representados por niños, parientes y vecinos del finado. A menudo esta comida se sustituye con la repartición informal de café, pan y un aguardiente regional llamado chimisco. Al amanecer, finalizan los rezos, y comienza el canto lúgubre del "levantamiento". Las velas colocadas alrededor de las cruces son apagadas una tras otra por los parientes del muerto; mientras tanto, sus compadres cantan y recitan oraciones al levantar las dos cruces. Los familiares y amigos se encaminan al camposanto para depositar "la sombra recogida" y la cruz de madera sobre la sepultura de su pariente y compañero, quien ha dejado de morar en el mundo de los vivos a partir de este momento.

Cuando un cuileño muere lejos de su casa, se recoge un poco de tierra del sitio en el que cayó muerto, la cual se lleva a Cuijla para enterrarla junto con la cruz de madera, en el sitio donde quedó sepultado el cadáver. Si la persona muere violentamente y ha habido efusión de sangre, ésta se recoge y entierra junto al cadáver pues en ella va la "sombra del muerto".

Propiciar el alejamiento de la sombra de los muertos, no implica su total abandono de la tierra; los cuileños procuran su bienestar y contento, y un día de cada año, el 2 de noviembre o día de los Fieles Difuntos del santoral católico, preparan un altar y una ofrenda con variados alimentos del gusto de los muertos, que ese día llegan a convivir con los vivos (1).

Índice de Autores

(1) Aguirre Beltrán, G., 1985.

YG