Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
Diccionario Enciclopédico de la Medicina Tradicional Mexicana
Orina

A la orina humana se le atribuyen diversas propiedades curativas, destacando su uso en heridas como antiséptico y hemostático y, en el caso de golpes, como antiinflamatorio.

Los chontales de Tamulté de la Sabana, Tabasco, reportan la utilización de los orines en cortadas o heridas por instrumento filoso. El individuo debe orinarse la lesión para contener la sangre y, al mismo tiempo, preparar una mezcla de orines con tierra para compactar la cortadura (1). Los otomíes del valle del Mezquital, Hidalgo, alivian con orina las contusiones. Al recibir un golpe, se aconseja orinar en un recipiente o sobre la mano, y friccionar con ella la parte golpeada (2).

Popularmente la orina ha sido aprovechada para aumentar las contracciones dándola de beber a las mujeres durante el parto, o posteriormente, en el caso de retención de restos placentarios, debido a las náuseas producidas por su ingesta (3). Particularmente la gente de mar la usa para neutralizar los efectos urticantes de la medusa, o "agua mala", orinando de inmediato la parte afectada. Los mayas quintanarroenses tratan los hongos de los pies, orinándolos minutos antes de bañarse y secándolos luego cerca del calor del fogón (4). En Santa Ana Tlacotenco, Distrito Federal, se recomienda beber un poco de orina de niño de cuatro a cinco años, para la curación de golpes internos (5). En la ciudad de México, recomiendan ingerir la orina como remedio para la diabetes (6). En Caltzontzin, Michoacán, los purépechas mencionan que para curar la ronquera, la persona debe orinar en un recipiente y pararse enseguida sobre el mismo con los pies descalzos (7). Los nahuas de Hueyapan, Morelos, afirman que el tratamiento para limpiar a un enfermo de aire es más efectivo si se agregan orines de un niño no mayor de tres años a las hierbas utilizadas (8) (V. limpia).

La orina fue el producto corporal humano al que más se acudía en la antigua terapéutica mexica. Trataban con ella la caspa, ámpulas en la cabeza, tiña, postemas, heridas, infecciones de los oídos, asperezas del rostro, infecciones del cuello y aun el sarro de los dientes, o los golpes internos, bebiéndola en este último caso (9).

Existen reportes sobre el uso de la orina como agente limpiador, recomendada particularmente cuando no hay agua o su calidad resulta desconocida, ya que es un líquido estéril, en personas sanas, y antiséptico gracias a la urea que contiene (10).

Índice de Autores

(1) Pérez Salvador, A., 1987.

(2) Reyes Antonio, A., 1982.

(3) Padrón Poyou, F., 1956.

(4) Mata Pinzón, S., 1987-88.

(5) Palacios de Westendarp, P., 1986.

(6) Campos-Navarro, R., 1990.

(7) Rangel, R., 1982.

(8) Álvarez Heydenreich, L, 1987.

(9) López Austin, A., 1990a.

(10) Davidson, J. R. et al., 1983.

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