Sujeto con el que se establece una relación de compadrazgo, reconocida como un vínculo de parentesco adquirido mediante un ritual; institución que también cumple funciones en el ámbito terapéutico.
Al parecer, tiene su origen en la ceremonia bautismal (V. bautizo), pues el enfermo, generalmente un niño, recibe un manejo simbólico que le permite cambiar de su condición de enfermo y contaminado a la de sano y purificado. Con base en una arraigada asociación de causa y efecto entre pecado y enfermedad, así como una consecuente idea de intervención divina y poderes sobrenaturales en la recuperación de la salud, tanto las imágenes religiosas, el rosario y los aretes, como el miscotón, el escapulario y otros objetos proporcionados por el padrino en las diversas ceremonias curativas y preventivas, cumplen la función de agentes de lo sagrado, y como tales purifican y curan (1) (V. padrino de miscotón).
(1) Genis, J., 1989.