Para algunos lingüistas el idioma mixteco pertenece al grupo Otomangue, tronco Savizaa, familia Mixteca, en la que se ncluye al cuicateco y triqui. Otros especialistas afirman que puede ser clasificado dentro del grupo Macro-Otomangue, subgrupo Otomangue, rama Mixteco-Popolocana, familia Amuzgo-Mixtecana. A pesar de sus diferencias, estas clasificaciones no se oponen en lo esencial.
En la región mixteca se pueden distinguir siete complejos dialectales del idioma mixteco, que son los siguientes: el de la Mixteca baja; el de Coatzospan-Cuyamecalco; el de Yanhuitlán-Cuilapan; el de Teposcolula-Tilantongo; el de Tlaxiaco-Achiutla; el de la costa y el de Guerrero.
La población de cinco años y más que habita la Mixteca y que habla el idioma mixteco sumaba 227 600 individuos en 1990. De éstos, el 19.77% era monolingüe, mientras que los bilingües representaban el 77.18%, el 3.05% restante correspondió a los hablantes cuya condición no se pudo especificar. El total de la población mayor de cinco años que habla mixteco en todo el estado de Oaxaca sumó 239 451 individuos, lo que representó el 9.2% de la población total de este estado y el 23.5% de su población indígena.
Los asentamientos del grupo étnico mixteco se localizan en una extensa región de más de 40 000 km2, que comprende la parte noroccidental del estado de Oaxaca y pequeñas porciones de los de Puebla y Guerrero. Es común que esta región, denominada la Mixteca, sea dividida en tres subregiones naturales bien diferenciadas en lo ecológico y lo cultural: la alta, la costa y la baja. Sin embargo, algunos autores utilizando un criterio estrictamente fisiográfico, consideran sólo a la alta y a la baja, identificando a ésta con la que otros llaman la costa.
En el estado de Oaxaca, la Mixteca comprende 189 municipios de los distritos de Silacayoapan, Huajuapan, Juxtlahuaca, Coixtlahuaca, Nochixtlán, Teposcolula, Tlaxiaco, Putla y Jamiltepec, así como 14 municipios más que, debido a la división política-administrativa del estado, aunque forman parte de la denominada Mixteca histórica, actualmente pertenecen a los distritos de Cuicatlán, Zaachila, Sola de Vega, Etla y Juquila. De este modo, puede decirse que el territorio histórico mixteco de Oaxaca está conformado por 203 municipios, aunque es importante señalar que existe un municipio en el estado que no está dentro de la Mixteca, sino en la región de la Cañada, pero en el cual han existido mixtecos desde la época prehispánica: se trata de San Juan Coatzospan del distrito de Teotitlán.
La Mixteca alta se sitúa al sur y al este de la propia Mixteca, sus pobladores la nombran Nuhu sabí (tierra de lluvias o país de las nubes); abarca 38 municipios que la convierten en la región más extensa y con mayor población indígena. Por razones geográficas e históricas, se suele subdividir a la alta Mixteca en un área norte y otra sur; en la primera se ubican, entre otras, Achiutla, Yucuana, Teposcotola y Tilantongo, y en la segunda, Tamazula, Teozacoalco y Tlaxiaco. La Mixteca alta está formada por la conjunción de la sierra Madre del Sur y la sierra de Oaxaca o "Nudo mixteco". Esta zona es muy accidentada, con escarpadas montañas en las que se localizan angostos valles y profundas cañadas. Los valles más importantes son los de Nochixtlán, Coixtlahuaca, Teposcolula, Juxtlahuaca y Tlaxiaco. Los ríos que cruzan esta región son el Verde, el Mixteco y otros pequeños, de los cuales destacan los de Nochixtlán, Yanhuitlán, Sinaxtla, Etlatongo y Yocodono.
Las características climáticas son muy extremosas y cambiantes; en algunos lugares el invierno puede acompañarse con temperaturas abajo de los 0°C, mientras que en verano es común que se registren temperaturas superiores a los 37°C. La precipitación pluvial varía mucho de una pequeña área a otra. En teoría, la temporada de lluvias se verifica durante los meses de abril a octubre; sin embargo, puede adelantarse o retardarse en su inicio o en su fin, asimismo, las lluvias pueden ser muy abundantes o escasas, lo que convierte a la agricultura en una actividad bastante riesgosa.
Es alarmante y dramático el proceso de erosión que presenta gran parte del suelo de la región; algunos investigadores advierten la posibilidad de que la zona se convierta en pocas décadas en un desierto.
En las partes más altas existen pequeños bosques de pináceas que no son propios para la explotación forestal; este recurso proporciona material para construir casas y leña que se utiliza en la preparación de alimentos. La fauna sólo consiste en pequeños mamíferos, aves y reptiles.
En lo que respecta a la Mixteca baja, ésta comprende los distritos de Huajuapan de León, Juxtlahuaca, Teposcolula y Silacoyoapan, ubicados en el noroeste de Oaxaca, con 31 municipios de 8 625 km2, y los distritos de Acatlán, Chiautla, Tehuacán y Tepeji de Rodríguez en la parte sur del estado de Puebla, con 8 021 km2.
En la Mixteca baja el terreno es montañoso, su nombre se debe a que su altura varía entre los 1 000 y los 1 700 msnm, contrastando con el nivel medio, superior a los 1 700 msnm, de la Mixteca alta.
En la porción poblana predominan los suelos semidesérticos, con vegetación escasa de cactáceas y matorrales espinosos. En los valles de Matamoros, Chiautla y Acatlán existen suelos de pradera con plantas herbáceas, muy similares a los de la zona oaxaqueña. Prevalece el clima semicálido subhúmedo, con lluvias en verano; en algunas áreas el clima es templado con verano cálido. La flora está constituida por nopales, órganos y palmas de diferentes tipos; al occidente de la sierra de Acatlán se encuentran pequeñas zonas de bosque bajo en que predominan los árboles de cuachalate, pochote, jabín y cazahuate. La fauna, muy reducida, comprende a especies como el coyote, gato montes y jabalí; en las partes altas es posible encontrar venado, mientras que en las bajas habitan conejos y liebres.
La parte oaxaqueña es irrigada por el río Mixteco y sus afluentes: el Juxtlahuaca, el Huajuapan y el Silacayoapan; y la poblana, por el propio río Mixteco y el Atoyac, con sus afluentes. La mayor parte de los ríos de la Mixteca desembocan en el océano Pacífico, formando parte de la cuenca del río Balsas.
La principal actividad económica entre los mixtecos es la agricultura, la cual se practica en pequeñas unidades de menos de 2 ha y resulta una actividad con muchos riesgos, debido a lo inapropiado de los suelos y por depender del temporal de lluvias, que como ya se mencionó, presenta una gran variabilidad.
El 86.5% de la superficie agrícola se encuentra entregada a 174 comunidades bajo el régimen de propiedad comunal. La superficie en pequeña propiedad es de 4 809 ha, repartidas entre 52 propietarios. Sus principales productos agrícolas son: maíz, frijol, trigo, ajo, tomate y cebolla; algunos de estos cultivos se combinan en la misma parcela. El tomate y el ajo se destinan a la venta, mientras que los demás son para el autoconsumo, junto con los aguacates, algunas frutas que crecen en el solar de las casas y hierbas que se recolectan en el campo.
La ganadería es pobre y se basa en la explotación de especies menores, entre las que destacan las cabras y los borregos, que se explotan de manera extensiva, lo que provoca un deterioro de la flora y los suelos.
Los recursos forestales han sido sobreexplotados, tanto por la población, que utiliza la madera para la construcción de casas y combustible, como por los talamontes, que la sustraen para su venta en el exterior.
No existe una actividad minera debido a que los yacimientos de diversos minerales y metales que se encuentran en la región, se han agotado; o bien, no se explotan por lo incosteable de estas empresas en las condiciones económicas actuales.
La pesca se encuentra ante problemas legislativos y disposiciones administrativas que se basan en negociaciones políticas. Por este motivo, la región de la costa no ha logrado desarrollar todo su potencial productivo. Sin embargo, esto ha tenido como ventaja la conservación de la mayoría de las especies, con excepción de la tortuga, que sufre la amenaza de extinguirse debido al consumo exagerado de sus huevos. Es importante señalar que a pesar de las condiciones poco favorables en que se realiza la pesca, los productos del mar representan un componente importante en la dieta de la población.
Se puede decir que la producción de la región descansa en la agricultura, en la ganadería de especies menores, en una reducida explotación forestal y en la manufactura de artículos de palma. En las zonas urbanas, las principales actividades son el comercio y la prestación de servicios públicos. El sector más dinámico de la economía de la mixteca es el comercio, particularmente el que gira alrededor de los productos alimenticios y el vestido. Las operaciones de venta de estos productos a los habitantes de la región significan la parte medular de la actividad comercial, lo que indica que el mercado de la Mixteca es básicamente un mercado de consumo.
No resulta extraño que ante los graves problemas económicos y sociales que enfrenta la población mixteca, el número de emigrantes aumente y amplíe sus lugares de destino. Según estimaciones oficiales, la Mixteca expulsó entre 1980 y 1988 a cerca de 100 000 individuos, lo que representó más del 50% del total de la emigración del estado. Los principales lugares de arribo de los mixtecos son: la zona metropolitana de la ciudad de México, Veracruz y Puebla; también es común que se trasladen a Guerrero, Chiapas, Tabasco, Baja California, Sinaloa y Sonora. Otro lugar importante a donde emigran es a Estados Unidos, y aunque no existe un registro del número de mixtecos en aquel país, se sabe que están en Arizona, California, Carolina, Florida, Illinois, Oregon y Washington. De esta manera, el dinero que ingresa a la Mixteca por esta especie de exportación de mano de obra, imprime un dinamismo muy importante a la economía regional y del país. Es necesario destacar que muchas de las obras de dotación de servicios, de reconstrucción de las viviendas y de reparación de los edificios públicos de la región, se han costeado con dinero proveniente de los mixtecos que residen fuera; inclusive, las microindustrias existentes en la Mixteca se han establecido con las inversiones que los emigrados hacen en sus lugares de origen.
Las condiciones de la vivienda y los servicios con los que cuenta son precarios, principalmente en las localidades pequeñas. La diversidad climática de la región propicia diferentes tipos de vivienda, tanto en las formas de construcción como en los materiales que se utilizan para hacerla; también existe una diferencia entre los tipos de casas construidas en las comunidades pequeñas y las que existen en las cabeceras municipales. En las primeras predominan las viviendas tradicionales, mientras que en las segundas se han adoptado los modelos constructivos de las ciudades.
En la Mixteca baja y en buena parte de la alta, las casas tradicionales son llamadas jaulillas; los muros son construidos con piedra, adobe sin enjalbegado y varas sin embarro. Los techos pueden ser de zacate, de hoja de ocote, de penca de maguey, de tejas acanaladas, de lámina de asbesto y, algunas veces, de loza de concreto. En la región alta, se ven también casas con muros de troncos o tablas y techos de tejamanil. En los pueblos de la Mixteca baja y de la costa, existen todavía viviendas de planta circular, aunque la mayoría son construcciones rectangulares de 4x6 m que se usan como dormitorio y otras más pequeñas que se ocupan como cocina. La casa tradicional tiene una sola puerta y ventanas pequeñas que se abren al solar, y rara vez a la calle.
En las comunidades pequeñas los servicios intradomiciliarios son deficientes. Sólo algunas poseen agua entubada y energía eléctrica, generalmente costeadas por los emigrados. El agua es muy escasa y rara vez se tiene disponible en el interior de la vivienda; el drenaje de las aguas negras se hace por medio de caños de manufactura doméstica, a cielo abierto. Los servicios sanitarios de modelo occidental son inexistentes, por lo que la población defeca al aire libre.
La educación formal proporcionada por las escuelas públicas muestra en sus estadísticas una alta deserción, además de ausentismo y bajo rendimiento en términos de aprovechamiento. En muchas ocasiones la escuela es rechazada porque la población la considera ajena a los intereses de la cultura tradicional. Sin embargo, en los últimos años se ha aceptado la educación escolar porque los mixtecos se ven en la necesidad de emigrar para obtener los medios de vida ausentes en su región. De este modo, la escuela proporciona los conocimientos básicos que serán útiles fuera de su localidad, como el español, la lecto-escritura, el manejo oficial de pesas y medidas y las operaciones matemáticas.
En el aspecto de la atención médica, la Mixteca cuenta con un buen número de servicios proporcionados por el Sector Salud. La institución que tiene la mayor cobertura en materia de atención primaria a la salud es el IMSS-Solidaridad, ya que el número de amparados que reportó en 1989 fue de 358 741 individuos. El número de establecimientos que brindan atención médica en la región, son los siguientes: 310 de la Secretaría de Salud, 87 del IMSS-Solidaridad, diez del ISSSTE y tres del IMSS. A pesar de la importante infraestructura de servicios médicos, existe una deficiente calidad profesional del personal médico y paramédico que allí labora, pues la mayoría de los médicos son pasantes y muy pocos son médicos generales o especialistas; de igual manera, el 82% del personal paramédicos está constituido por auxiliares de enfermería, y solamente el 12% son enfermeras generales.
Las principales causas de mortalidad en la Mixteca son las enteritis y otras enfermedades diarreicas, a las que siguen las infecciones respiratorias, la influenza y las neumonías. De menor importancia que las anteriores, pero representando un considerable número de defunciones, están los accidentes, lesiones y homicidios, que reflejan el clima de violencia e inseguridad que se vive en la región. Las causas infantiles de muerte son el sarampión y la tos ferina; los menores de un año mueren por enteritis y otras enfermedades diarreicas, por diversos tipos de infecciones respiratorias agudas y ciertas causas de enfermedades perinatales.
Un importante recurso humano para la atención de la salud está constituido por los terapeutas tradicionales mixtecos. En un esfuerzo por buscar el apoyo legal a su práctica, así como para fortalecer sus conocimientos y participar organizadamente en acciones tendientes a mejorar las condiciones de salud de sus comunidades, estos curanderos se han agrupado en varias organizaciones. En 1989 se formó en Nochixtlán la Organización de Médicos Indígenas Chocho-Mixteco (OMICHM) que cuenta con 27 terapeutas; en el mismo año fue creada, en Santa María de la Asunción, Tlaxiaco, la Organización de Médicos Indígenas de la Mixteca Alta (OMIMA), que agrupa a 49 miembros, y en 1991 se constituyó, en San Juan Guichicovi, la Organización de Médicos Indígenas Mixes, Zapotecos y Mixtecos (OMIMIZAMI), que agrupa a 29 médicos tradicionales.
Las creencias religiosas de los mixtecos muestran una versión popular del catolicismo y algunas prácticas de clara raíz prehispánica. Así, por ejemplo, es común que en la Mixteca alta se sacrifiquen animales en los lugares sagrados o en los campos, con el objeto de propiciar a los seres sobrenaturales y a la tierra; en las comunidades donde no hay sacerdotes, son los rezanderos quienes dirigen los actos del culto y enseñan el catecismo, aunque a su manera. Por su parte, los mixtecos de la región baja, a pesar de declararse católicos, conservan una concepción animista del universo que atribuye a los espíritus el control de las fuerzas de la naturaleza. Para ponerse en contacto con ellos y recibir sus favores y poderes, recurren a la ingestión de plantas alucinógenas.
Las principales fiestas religiosas que se celebran en la Mixteca son las del santo patrono de cada pueblo; además, en la región alta, se festeja en Tlaxiaco a la virgen de la Asunción; en Santiago Nundiche, al santo Niño de Atocha, y en Mixtepec, a san Pedro y san Pablo. En la Mixteca baja se festeja el Carnaval, la Semana Santa, a las vírgenes de Dolores y de Guadalupe y la Natividad.