Los mames son un grupo indígena originario de Guatemala; en 1882, al firmarse el Tratado de límites con la nación vecina, una parte minoritaria de su población se integró al territorio mexicano, en una porción fronteriza del estado de Chiapas. El término "mame" proviene del vocablo mam que significa "abuelo" o "ancestro", nombre con el que también se designa en Guatemala a las deidades de las montañas que riegan la milpa.
De acuerdo con la clasificación de Swadesh y Arana, la lengua mame se clasifica dentro del grupo Maya-Totonaco, tronco y familia Mayense, subfamilia Chax; es considerada como una de las más antiguas y con un gran número de hablantes (la mayoría radicados en Guatemala). En México se presentan cuatro variantes dialectales muy diferentes entre sí: la que se habla en los municipios El Porvenir, La Grandeza, Bellavista y Jiltepec; la de Tuxtla Chico; la de Cacahoatán, y la de Mazapa de Madero y Amatenango de la Frontera.
De acuerdo con los datos arrojados por el XI Censo general de población y vivienda (1990), se registraron a nivel nacional 17 867 integrantes del grupo, de los cuales 4 699 tenían de cero a cuatro años, y 13 168 cinco y más años de edad.
Como se señaló en las primeras líneas, el territorio mame mexicano se localiza en el extremo fronterizo sur del estado de Chiapas, región en la que se distinguen tres zonas fisiográficas contrastantes. La primera en el macizo montañoso de la sierra Madre de Chiapas, que incluye los municipios de El Porvenir, La Grandeza, Bejucal de Ocampo, parte de Jiltepec y de Bellavista. En ella, el clima es frío con lluvias abundantes, predominan los bosques de coniferas con especies como: abeto, roble, pino, además de guanacastle, encino, madroño, aguacatillo y zapotillo. La segunda corresponde a los valles contiguos al río Motozintla, en los municipios de Amatenango de la Frontera, Mazapa de Madero y Motozintla. Ahí, el clima es templado-húmedo con lluvias en verano; los suelos son arcillosos y el paisaje está dominado por pastizales. Y, por último, la zona de las faldas del volcán de Tacana, en el municipio de Motozintla, donde el clima es semicálido y lluvioso con áreas boscosas en las que predominan el romerillo y el cedro.
Jabalí, venado, coyote, mapache, gato montes, mono araña y algunas aves como el quetzal y el faisán, aún quedan incluidos en los registros faunísticos de la región.
En el área se encuentran varios ríos que parten de la presa de La Angostura y confluyen en el Suchiate. Entre ellos destacan los siguientes: Zacualapa, Motozintla, Huixtla, Huehuetán, San Miguel o Cuicuilco y Siltepec.
Las actividades de subsistencia del pueblo mame dependen en gran medida de las labores agrícolas basadas en el sistema de roza, tumba y quema. En los terrenos más bajos predominan los cultivos tradicionales como el maíz y el frijol y, en pequeñas proporciones a veces sujetos al comercio: ajonjolí, cacahuate, tomate, haba, cebolla, café y algunos frutales como naranja, guayaba, limón y plátano.
En las zonas frías resulta importante el cultivo de la papa, pues los ingresos obtenidos de su venta se destinan a adquirir los productos básicos, entre ellos maíz y frijol, que se producen insuficientemente. También se siembran en pequeñas superficies trigo, algunas hortalizas y hierbas aromáticas.
La ganadería es pobre y sólo en las partes altas se crían ovinos, cuya lana se emplea en la fabricación de algunas artesanías; también a escala doméstica, se practican la avicultura y la apicultura, aunque ocasionalmente representan una fuente complementaria de ingresos.
Los beneficios obtenidos por la explotación de los recursos forestales son escasos, dado que éstos están en posesión de compañías privadas que rentan los terrenos a los indígenas. Por otra parte, la deforestación es cada día mayor debido a la sobre explotación del recurso y a la apertura de nuevas tierras al cultivo.
Algunos integrantes del grupo complementan su economía migrando, para trabajar en forma temporal, hacia las fincas cafetaleras del Soconusco, empleo que buscan debido al alto grado de marginalidad en que viven.
El acceso a la zona mame es relativamente fácil. Partiendo de la capital del estado por la carretera Panamericana con rumbo a Comitán, se continúa hacia el sur hasta llegar a Frontera Comalapa y de allí a Amatenango de la Frontera, Mazapa de Madero y Motozintla; de este último punto salen caminos de terracería que comunican a los municipios de El Porvenir, Jiltepec, Delicias, La Grandeza, Bellavista y Comalapa.
Los materiales usados para la construcción de la vivienda difieren de acuerdo con la zona. En las partes altas las casas son de paredes de tabla, techo de cuatro aguas de tejamanil o zacate, pequeñas ventanas y piso de tierra apisonada; su forma es rectangular y está dividida en su interior con mamparas de tiras de madera o de manta para separar la estancia del dormitorio. Son anexos la cocina, el granero, los corrales y, frecuentemente, un baño de temazcal hecho con piedra y lodo. En la zona caliente, las casas son más rústicas, las paredes son de otate enjarradas con lodo, el techo de dos aguas tejido con hojas de palma de corozo o zacate, y el piso de tierra apisonada. Según los Tabulados básicos del INEGI (Chiapas. Hablantes de lengua indígena, 1993), las viviendas más recientes, en ambas zonas, son de tabique o adobe, con techo de teja o de lámina de asbesto o metálica, y piso de cemento o tierra; constan, por lo regular, de una a tres habitaciones y el promedio de ocupantes es de 6.8. En general, los servicios de agua entubada, energía eléctrica y drenaje son deficientes, pues de 3 448 viviendas, sólo 289 cuentan con los tres servicios básicos. Es importante señalar que del total de viviendas, 560 cuentan con drenaje, y de éstas, 173 vierten sus desechos al suelo o al río, representando esto un grave foco de contaminación, que sin duda va en detrimento de la salud mame.
En las últimas dos décadas se han instalado clínicas rurales de atención primaria a la salud en diversos municipios con población mame, tales como Motozintla, Bellavista. La Grandeza y El Porvenir, por lo regular a cargo del IMSS y de la Secretaría de Salud. De acuerdo con los datos proporcionados por la Jurisdicción Sanitaria V del Estado de Chiapas (Pichucalco), que engloba la porción norte del territorio mame, en 1991 las principales causas de morbilidad fueron: infecciones respiratorias agudas, infecciones intestinales y las mal definidas, amibiasis, ascariasis, angina estreptocócica, tricomoniasis urogenital, dermatofitosis y dermatomicosis.
La religión católica y el protestantismo han tenido una exitosa difusión en el territorio mame. Entre sus festejos más importantes figuran el de las Tres Caídas, así como diversas celebraciones a los santos patronos y otras festividades locales: en Motozintla a san Francisco y san José; en Tuzantlán a san Miguel Arcángel, las santas Animas y la santa Cruz; en Amatenango de la Frontera a san Nicolás, y en Mazapa de Madero a san Martín Caballero y a la virgen de la Concepción.
Dentro de las prácticas propiamente mames aún se celebran las ceremonias propiciatorias y de agradecimiento relativas al ciclo agrícola en las que ofrendan a sus deidades sangre de gallina y otros animales. En algunas comunidades subsisten algunos ritos familiares como el entierro del ombligo del recién nacido junto a tres cruces, "la siembra de la cruz", con el fin de proteger a la criatura de futuras enfermedades.