Para las comunidades otomíes y tepehuas de la región huasteca, figuras rectangulares de papel que se colocan encima del altar, sobre las cuales se asientan las figuras de papel, representantes de los espíritus ofrendados durante la celebración de la costumbre.
Se confeccionan con cualquier tipo de papel y se decoran con figuras que simbolizan elementos naturales como estrellas, flores, etcétera. Al finalizar la ceremonia, generalmente se hace con ellas un atado, que contiene tanto las figuras de papel como las ofrendas, envoltorio que después arrojan a la barranca (1 y 2).
Según Williams García, las camas tienen su origen en el Tonalámatl, libro sagrado o códice ritual que consultaban los antiguos adivinos nahuas (3).
(1) Christensen, B.. 1942.(2) Sandstrom. A. R. et al., 1986.(3) Williams García. R., 1963.