Sin asegurar la casa (1).
Ceremonial familiar de los otomíes poblanos de la sierra Norte, llevada a cabo poco tiempo después de finalizada la construcción de una casa, para asegurar el bienestar de sus habitantes (V. limpia).
En el centro de la casa se coloca un árbol de la misma madera de la construcción, que servirá de altar. Allí disponen una figura tejida de palma llamada sol y en su centro, un muñeco de papel blanco. Se adorna el altar y las paredes con otros muñecos del mismo color. Ya adornada la casa, es el especialista quien hace una limpia y danza alrededor del árbol (2) (V. costumbre).
(1) Sandstrom, A.R., 1981.(2) Christensen, B., 1942.