Malestares leves, frecuentemente contagiosos, curables con medicamentos y plantas medicinales. A veces pueden conducir a la muerte, pero concebida ésta como una buena muerte, es decir, como el fin normal de la vida de un individuo. Se les asocia además con el desequilibrio frío-calor del organismo (V. enfermedad). El término es usado tanto por la población indígena como por la mestiza a lo largo y ancho del país (1 a 7).
(1) Zurita Esquivel, M., 1984a.(2) Álvarez Heydenreich, L., 1987.(3) Dow, J., 1986.(4) Chemin, D., 1988.(5) Signorini, I. et al., 1979.(6) Butterworth, D., 1975.(7) Garcés Medina, A. R., 1989.