Lengua indígena: Huave neacoy, mal del conejo (1); yaminït coyna, el día del conejo (2).

Nombre que recibe el tétanos del recién nacido en la comunidad huave de San Mateo del Mar, Oaxaca, en razón de los particulares espasmos con que se presenta, recordando el modo agitado de moverse y la forma de encogerse de los conejos cuando sienten dolor.

Lo atribuyen a que alguna persona "le echó ojo" al niño o a la madre (V. mal de ojo). Consideran que los primeros días de vida son los más riesgosos para la salud del infante, especialmente el quinto, "el día del conejo", que es cuando se presenta el mal; pasada esta fecha, las posibilidades de sobrevivir son mayores. Portal razón, durante ese día todos los familiares deben permanecer tranquilos, evitando la embriaguez, los gritos y las peleas. Además, nadie debe matar animales, sobre todo a las crías, porque existe el riesgo de que una de ellas sea la tona del niño, y éste muera de inmediato; o bien, recaerían sobre él los golpes inferidos a un animal o a un hombre, apareciendo las mismas señales sobre su piel (1 y 2).

Para la medicina occidental el tétanos, que se presenta en los recién nacidos entre los tres y los siete días posteriores al nacimiento, es consecuencia de una infección causada por el bacilo tetánico Clostridium tetani, debida a la falta de higiene durante el corte del cordón umbilical y/o en la atención de la herida. Durante la enfermedad se observan, entre otros síntomas, convulsiones y dificultad o imposibilidad para mamar, debido a la rigidez de los músculos masticadores (V. tétanos).

Índice de Autores

(1) Ramírez Castañeda, E., 1987.

(2) Signorini, I. et al., 1979.

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