Totonaco. Hombre o mujer con poderes especiales para transformarse durante la noche en animal, especialmente en jaguar, aunque también hay personas que pueden convertirse en faisán (V. nagual).
Generalmente, el tapalaqni jaguar es considerado un ente protector, ya que impide la entrada al poblado de naguales provenientes de otras localidades. Su único atributo negativo es robar y comer algunas aves de corral. Se dice que cada pueblo debe tener cuatro tapalaqni jaguares para cuidar los cuatro puntos cardinales del asentamiento.
En cambio, aquellos que adoptan la forma de faisán no gozan de buena reputación; al contrarío, se les asocia con la enfermedad y la muerte, ya que pueden succionar el alma de los niños dormidos (V. pérdida del alma y chupada de bruja).
El don de la metamorfosis es innato en el individuo, y ya desde su nacimiento se distingue si está destinado a ser tapalaqni, pues presenta manchas o vello similar al pelaje del jaguar. Con el tiempo, estas marcas desaparecen y solamente la madre conoce el poder potencial que tiene su hijo (1).
(1) Ichon, A., 1973.