Sinónimo(s): mal de arco, mal de brinco (1), mal del conejo (2), mocezuelo (1) (3), pasmo seco (1).
Padecimiento reconocido por un tipo particular de espasmos musculares, que dan origen a algunas de sus denominaciones populares.
El nombre vernáculo mal de arco se refiere a la fase de la enfermedad en que el enfermo presenta un marcado arqueamiento del cuerpo hacia atrás, llegando en ocasiones a formar una curvatura al estar acostado, donde la parte alta de la cabeza y los talones constituyen el único apoyo (1). En el caso del tétanos neonatal, también se reconocen las convulsiones como síntoma habitual; el término mal del conejo empleado en la comunidad huave de San Mateo del Mar, Oaxaca, hace referencia al típico movimiento de los conejos cuando sienten dolor (2) (4). En el caso del tétanos puerperal, adquirido por las mujeres durante el parto o en días inmediatos, las convulsiones dan origen al nombre popular, brinco de parto o mal de brinco (1).
Se admite que puede ser adquirido al herirse con objetos sucios, como herramientas de trabajo con tierra, y clavos o alambres oxidados. Otra causalidad común está relacionada con el ingreso de aire o frío al cuerpo, en particular en el tétanos posparto y tétanos del recién nacido, también conocido como mocezuelo (3) y alferecía.
La medicina académica explica que el agente causal es el bacilo anaerobio Clostridium tetani, que se encuentra con frecuencia en el suelo, por lo común en las tierras abonadas con estiércol de caballo o vaca, pues es huésped habitual del intestino de estos animales. Las heridas que más a menudo lo causan son las contusas, las irregulares, las profundas y las producidas por herramientas con tierra, o las punzantes causadas por objetos oxidados, así como las contaminadas con tierra u otros cuerpos extraños. De hecho, cualquier herida que supure puede producir tétanos, pues la presencia de otros gérmenes favorece el desarrollo del bacilo. El primer síntoma es el trismus, es decir, la contracción permanente de los músculos masticadores que impide abrir la boca. Se observa luego que la contractura se extiende a los músculos de la nuca, a los de la pared abdominal y, por último, a los de los miembros; es común que los brazos se contraigan en flexión y las piernas en extensión. También es clásico describir el opistótonos o arqueamiento del cuerpo hacia atrás, formando un arco o puente. Además de las contracturas, se observan crisis paroxísticas con aumento de contracciones musculares acompañadas de dolor y dificultad para respirar, provocadas por ciertos estímulos como ruidos, luz intensa, enojo, etcétera (5).
1) Padrón Puyou, F., 1956.(2) Ramírez Castañeda, E., 1987.3) Hermitte, M. E., 1970a.4) Signorini, I., et al., 1979.5) Hammerly, M. A., 1978.
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