Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
Diccionario Enciclopédico de la Medicina Tradicional Mexicana
Víbora de cascabel

Sinónimo: cascabel, culebra, serpiente de cascabel.

La víbora de cascabel, Crotalus spp., se distingue por tener en la punta de la cola una estructura córnea que produce un sonido peculiar al agitarla, el llamado cascabel; sus características varían mucho, particularmente en tamaño y coloración. Existe en todo el país y se han registrado veinticinco especies, algunas de ellas con subespecies, todas venenosas (1).

A pesar de ser sumamente temido, este ofidio goza de una gran reputación en la terapéutica tradicional, pues constituye una verdadera panacea para la curación de un sinnúmero de enfermedades. Su carne y grasa son los elementos más utilizados, preparados y administrados en distintas formas y dosis, dependiendo del mal que se desee curar.

Los merolicos acostumbran pregonar las múltiples virtudes de la víbora, explicando que al comer animalitos, aquélla asimila las propiedades de éstos combinándolas con las propias.

La ingestión de la carne fresca, cocida, seca o en polvo se reporta para el tratamiento de acné, alergias, anemia, anginas, asma, artritis, cálculos biliares, cálculos renales, cáncer, ciática, cirrosis, cistitis, colitis, conjuntivitis, diabetes, diarreas, enfermedades venéreas, enfermedades eruptivas, hemorroides, hinchazones, impotencia sexual, leucemia, lumbago, mal del pinto, mareos, mezquinos, piorrea, quebraduras, reumas, sarna, torceduras, tumores, úlceras, várices, etcétera (2 a 6).

La grasa es ampliamente recomendada, en especial para el tratamiento de trastornos músculo-esqueléticos como los derivados del cansancio, dolor de espalda, huesos y piernas, lumbago, quebraduras, reumas, torceduras y otros padecimientos atribuidos a la frialdad (3) (6).

Los colmillos del animal son utilizados por los curanderos de la península de Yucatán para la extracción de sangre, procedimiento muy común para el diagnóstico y alivio de algunas enfermedades (7) (V. sangría). En Soyaltepec, Oaxaca, el curandero emplea un colmillo para curar un dolor que se reporta como "piquete de víbora" y que se siente en cualquier parte del cuerpo, producido por un mal aire que se adquiere en el camino, o enviado por un brujo. Afirman que cuando el curandero punza con el colmillo donde hay dolor y luego talla, el malestar desaparece (8). En los Tuxtlas, Veracruz, algunos curanderos utilizan el propio colmillo de víbora para la extracción del veneno en los casos de mordedura (2).

En cuanto a los antecedentes prehispánicos de su uso terapéutico, todas las fuentes coinciden en que era prescrita principalmente para el tratamiento de enfermedades de las articulaciones y las extremidades (9).

Índice de Autores

(1) Álvarez Solórsano, T. et al.. 1987.

(2) Münch Galindo, G., 1983.

(3) Campo, T. M., 1979.

(4) Sassoon Lombardo, Y., 1982a.

(5) Ruiz Salazar, C. de la L, 1989.

(6) Baytelman, B., 1986.

(7) Mata Pinzón, S., 1987-1988.

(8) Incháustegui, C, 1977.

(9) Viesca Treviño, C. et al., 1974.

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