La creencia popular señala que el equilibrio frío-calor corporal es una condición indispensable que refleja un buen estado de salud, y que al verse aquél afectado por determinados factores externos, se traduce en enfermedad. Partiendo de esta premisa, la frialdad puede definirse como un estado de desequilibrio corporal; el cuerpo tiende al frío y está por consiguiente, ávido de calor.
Entre los factores que pueden conducir a tal estado, se menciona observar una dieta desequilibrada por la ingestión excesiva de alimentos de cualidad fría; un cambio intempestivo de temperatura, es decir, recibir un impacto frío cuando el cuerpo se encuentra caliente, por ejemplo una corriente de aire o un baño frío; someter al cuerpo, o a alguna de sus partes, a un prolongado contacto con elementos fríos, como acostarse en el suelo, caminar descalzo, dormir con el cabello húmedo o permanecer con la ropa mojada; ser blanco del ataque de alguna entidad sobrenatural que por su propia naturaleza comunica frialdad (1 a 3) (V. aire, casihuistle y xoxalli) o bien, se apodera del calor corporal de su víctima (4 y 5) (V. embarazo falso).
Tal condición suele concentrarse en un órgano o región determinada, medrando sus funciones. Por ejemplo, cuando se localiza en la matriz o en los ovarios, la mujer sufre una serie de irregularidades (V. regla retrasada, flujo blanco, frialdad en la matriz, frialdad en los ovarios y embarazo falso) que la imposibilitan para concebir (V. esterilidad femenina) o para llevar a buen término un embarazo (V. aborto), particularmente cuando no se han tomado las medidas preventivas durante la menstruación (V. regla), en el parto o en el puerperio (1 y 2) (6 y 7) (V. cuarentena). Cuando se localiza en la región gástrica y/o abdominal, el frío puede provocar dolor de estómago (1) (8) (V. umui), diarrea (6) (9 a 12), disentería (11 a 14), estreñimiento, y en los bebés, el llamado cólico del recién nacido (6) (15 y 16). En algunos padecimientos musculoesqueléticos, la frialdad es señalada como la causa: tal es el caso de dolores musculares, dolor de aire (17 y 18), dolor de huesos (1) (15) (19) y dolor reumático (9) (20 y 21), mientras que en otros, como las torceduras o zafaduras, la zona afectada favorece la entrada de frío, aumentando con ello las molestias (1) (6) (20 a 23). Otro grupo de padecimientos, que según el saber popular puede originarse por un desequilibrio corporal frío-calor, lo constituyen algunas afecciones respiratorias, tal y como se anota en los términos asma (22) (24 y 25), anginas (19) (23) (26 y 27), bronquitis (3) (19) (22) (27), gripa (1) (15) (22) (26), pulmonía (1) (16) (27), tos (1) (6) (15) y tos ferina (2) (15) (28).
El concepto de frialdad coincide con una de las acepciones del término pasmo, a veces como causa y en ocasiones como sinónimo, particularmente en lo tocante a padecimientos ginecoobstétricos, musculoesqueléticos y respiratorios (28 a 32).
En cualquiera de los casos, la terapéutica se basa en extraer el frío y/o proporcionar el calor necesario para lograr un estado neutro, saludable. Esto se logra con la administración de infusiones herbolarias (generalmente preparadas con plantas catalogadas como calientes), baños de vapor, o bien, baños con cocciones o macerados de plantas de la misma calidad, maniobras manuales como frotaciones o masajes con aceites, grasas o enjundias, así como la aplicación de fomentos, parches, emplastos y ventosas cuando la frialdad se encuentra localizada. Es habitual que las terapias se acompañen de una dieta equilibrada o dirigida a recuperar el calor necesario.
(1) Palacios de Westendarp, P., 1986.(2) Cuerno Clavel, L et al.1989.(3) Álvarez Heydenreich, L., 1987(4) Guiteras Holmes, C., 1961.(5) García Jiménez, S., 1984.(6) Ryesky, D., 1976a.(7) Mellado, V. et al.1989.(8) Reyes Antonio, A., 1982.(9) Chemin Bässler, H., 1984.(10) Álvarez Heydenreich, L., 1976.(11) Ruiz Salazar, C. L., 1989.(12) Pérez Hernández, A. et al.1984.(13) Zurroza Ceballos, O., 1985.(14) Zolla, C. et al.1988.(15) Madsen, C., 1965.(16) Pérez, R. M., et al.1983.(17) González Elizondo, M., 1984(18) García Regalado, G., 1989.(19) Baytelman, B., 1986.(20) Castro Ramírez, A. E., 1988b.(21) Moscoso Pastrana, P., 1981.(22) Gómez López, J. M., 1990.(23) Baytelman, Bernardo., s/f.(24) Balam Pereira, G., 1990.(25) Pérez Salvador, A., 1987.(26) Rangel, R., 1982.(27) Young, J., 1981.(28) Aguirre Beltrán, G., 1952.(29) Olivarrieta Marenco, M., 1977.(30) Redfield, R., 1940.(31) Villa Rojas, A., 1985.(32) Padrón Puyou, F., 1956.