Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
Diccionario Enciclopédico de la Medicina Tradicional Mexicana
Masaje

Método terapéutico manual con fines curativos, preventivos y de diagnóstico, que consiste en presionar, tallar o frotar con diferentes grados de intensidad, determinadas regiones del cuerpo humano. Puede ser interno o externo.

De acuerdo con la región anatómica afectada, y con el estado del paciente, será el tipo de masaje que se emplee. Generalmente consiste en maniobras externas en las que se aplican sustancias grasas y macerados alcohólicos; se administran también infusiones que coadyuvan al tratamiento.

Durante el embarazo, la partera moviliza al feto y lo coloca en presentación cefálica para facilitar el parto; con el fin de potenciar el efecto de esta maniobra le da de beber a la gestante tequila con hierbas, y le unta manteca caliente sobre el vientre (1 y 2) (V. manteada y acomodar al niño). Durante el parto, cuando la placenta no ha sido expulsada en un tiempo prudente, se recurre al masaje del vientre -conocido en algunos lugares como "tallar a la mujer"-, operación que ayuda a expulsar las membranas amnióticas (V. quemada de hierbas). Para potenciar el efecto del masaje, en ocasiones se dan de beber a la paciente infusiones, como el patlaposo, que se preparan con varias plantas medicinales (1). Cuando una mujer desea embarazarse por primera vez, se realiza la recogida, masaje que se aplica desde la punta de los pies hasta la cintura (3). En caso de esterilidad femenina, se unta a la paciente grasa de coyote (Canis latrans) y mediante masajes se le proporciona calor, se le reacomoda la matriz y se le extrae el frío (2) (V. frialdad en la matriz y frialdad en los ovarios).En casos de parasitosis, se frota el vientre del enfermo de abajo arriba y de los costados hacia el ombligo (masajes de bajadas) (3). Para curar la bilis, se soba con fuerza desde la palma de la mano hasta el pecho y luego el estómago del paciente; de esta forma se recoge la bilis regada por todo su cuerpo. Una vez reunida ésta, se le "tuerce el estómago como quien cerrara una llave de agua", y después se faja al paciente con una muñeca de hierbas; a este procedimiento se le conoce como recogida de bilis (1). Cuando se realiza una limpia, se talla el cuerpo del enfermo con plantas, huevos de gallina y ropa, entre otros objetos, con la intención de que la enfermedad pase a los elementos utilizados (4). Para la dislocación o desplazamiento de un órgano, las fricciones se realizan de modo que el órgano retorne a su posición normal, y, por lo general, son muy dolorosas. En Morelos, para curar la caída de matriz, las parteras introducen en la vagina un algodón impregnado con aceites tibios, realizando movimientos rotatorios y empujando el cuello de la matriz hacia arriba para lograr su correcta ubicación; también acostumbran emplear maniobras externas (1) (V. desconchabada). Para tronar el empacho, se aplica una cataplasma compuesta de pan puerco, manteca de cerdo, carbonato y otros elementos; luego se masajea todo el cuerpo, principalmente la zona abdominal y la "boca del estómago", o el sitio donde se supone que el paciente tiene algo pegado (5). La expresión tronar el garrotillo hace referencia a la frotación que se realiza con el "talón" de la mano, sobre el cuero cabelludo, de abajo arriba, y como si se "despegara la piel del hueso".

En el masaje diagnóstico, se frota con la palma de la mano con movimientos circulares rítmicos y es en ese momento que el adivinador lee los signos manifiestos en las líneas de la mano (6) (V. medir el hueso). Dentro del baño de temazcal, el cuerpo del paciente es tallado con fuerza con un manojo de plantas medicinales para estimular la circulación sanguínea (7) (V. baño de temazcal).

Al dar los diversos tipos de masaje, los especialistas emplean una gran variedad de recursos y de maniobras. Los aceites y sustancias grasas de origen animal (enjundias, mantecas, sebos y pomadas) poseen propiedades que ayudan a realizar las maniobras, y son reconocidos en las medicinas tradicional y doméstica como recursos de calidad caliente. Se emplean también preparados hechos de hierbas; aceites de ricino, de oliva y de culebra; macerados alcohólicos con propiedades analgésicas, alcohol alcanforado, aguardiente, etcétera. Asimismo, el uso de emplastos y cataplasmas preparados con el cocimiento de hierbas frescas o secas, es frecuente en la medicina tradicional como complemento de los masajes.

No sólo existe una gran variedad de preparados a los que el terapeuta recurre, y que pueden variar regionalmente; hay también diferentes tipos de maniobras que cambian dependiendo de las zonas del país y del estilo personal de los terapeutas: tallado, percusión y "amasado" en todo el cuerpo o en un área, periodicidad de la administración, etcétera, ya sea que se busque excitar, relajar, reabsorber un derrame, o estimular la respuesta orgánica para ayudar a la curación espontánea.

Tanto la medicina tradicional como las formas domésticas de curar, han hecho del masaje un eficaz y reconocido recurso terapéutico.

Índice de Autores

(1) Mellado Campos, V. et al., 1989.

(2) Cosminsky, Sh., 1977.

(3) Moscoso Pastrana, P., 1981.

(4) Ichon, A., 1973.

(5) Zolla, C. et al., 1988.

(6) Oettinger, M., 1979.

(7) Moedano, G., 1984.

(8) Guyton C, A., 1971.

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