La palabra "chichimeca", cuyo significado es aún nebuloso, constituye un vocablo ajeno a la lengua de esta etnia; sin embargo, sus habitantes la usan para autonombrarse cuando hablan el español, al igual que los sustantivos "chimeco", "meco" y raramente "pame". La palabra jonaz es un término despectivo de origen pame que significa "come caballo". En su idioma emplean úza, "indio", y en plural ézar, "indios", para llamar a todos aquellos de ascendencia indígena, incluyéndose ellos mismos. La lengua chichimeco-jonaz, llamada por ellos "el dialecto", pertenece al grupo lingüístico Otopame del tronco Otomangue, y está fuertemente emparentada con el pame del norte y del sur.
Los ézar se concentran en una sola comunidad ubicada en el municipio de San Luis de la Paz, Guanajuato. Se trata del "Rancho Indígena" o Rancho Uza, como lo nombran los indígenas en cuestión, o bien, Misión de Chichimecas, nombre con que aparece en el registro civil de dicha localidad. La carretera-libramiento del municipio divide el asentamiento en dos partes, al poniente La Misión de Abajo y al oriente La Misión de Arriba.
Los datos del XI Censo general de población y vivienda (1990), revelan una población de 1 995 chichimecas a nivel nacional, de los cuales 413 entran en un intervalo de edad de cero a cuatro años, y 1 582 de cinco años y más. En el mencionado municipio guanajuatense se censaron 1 199 hablantes de lengua indígena mayores de cinco años, de los cuales 1 036 pertenecen a este grupo étnico.
El clima de la región es semiseco, la temperatura media oscila entre 14 y 20 °C y el promedio anual de lluvias es inferior a los 600 mm. Las especies más representativas de la flora corresponden al matorral desértico micrófilo (de hojas pequeñas), donde las leguminosas son dominantes, además de cactáceas, agaves y pirules. La fauna está representada por pequeños mamíferos como liebre, conejo, ardilla, rata de campo, tlacuache, zorrillo; aves pequeñas y propias de los ecosistemas áridos, como el gavilán, gorrión y zenzontle; y reptiles, entre los que la víbora de cascabel es la especie dominante.
Los ézar realizan labores de jornaleros, molineros, regadores o apicultores en las comunidades vecinas. Aproximadamente un 24% de los habitantes de la Misión tienen trabajo remunerado alrededor de ocho meses al año. La agricultura se practica generalmente con fines de autoconsumo y en ella intervienen todos los miembros de la familia. Se siembra maíz, frijol, chile, calabaza, jitomate, camote y papa. Destaca el cultivo comercial del maguey, para la extracción de aguamiel y quiote, y el de diversas variedades de nopal, de los que aprovechan las pencas y los frutos.
Los borregos y los chivos son los animales de crianza más importantes; los primeros proporcionan lana y carne, y de los segundos se aprovecha la carne y la leche que se procesa para la venta de sus derivados.
Las dos Misiones están comunicadas con las comunidades circunvecinas por una red de caminos de terracería y veredas.
Ambas cuentan con agua potable entubada al interior de las viviendas. Sólo un sector de la Misión de Abajo recibe el servicio de energía eléctrica. La vivienda consta por lo regular de dos unidades: el dormitorio y la cocina; el mobiliario es escaso y el combustible por excelencia es la leña. Las telecomunicaciones se encuentran en la cabecera municipal y los transportes comúnmente empleados son la bicicleta y el servicio colectivo.
La atención médica institucional es proporcionada por el Seguro Social y la Cruz Roja en la cabecera municipal de la localidad. Dicho servicio es medianamente socorrido, pues enfrenta dos dificultades, la insolvencia económica y la resistencia al trato con gente mestiza; sin embargo, la demanda de atención de partos y traumatismos es cada vez más frecuente.
En 1991 fue constituida la Organización de Médicos Tradicionales Otomí-Chichimeca (OMTOCH), para agremiar a los terapeutas locales y así proporcionar servicios a sus comunidades en forma organizada. Actualmente agrupa alrededor de 38 terapeutas otomíes y chichimecas de los municipios de Tierra Blanca y San Luis de la Paz, los cuales reciben el apoyo del INI y de organismos del Sector Salud para la capacitación de parteras y dotación de equipo, materiales y espacios para la atención obstétrica; además, cuentan ya con un jardín botánico en Misión de Chichimecas y trabajan en proyectos de farmacias comunitarias.
La religión ancestral chichimeca ha sido prácticamente reemplazada por el culto católico. Actualmente celebran mediante misas, procesiones y juegos pirotécnicos, las festividades dedicadas a san Luis Rey y a la virgen de Guadalupe.