En Guerrero y Michoacán, padecimiento de los adultos que cursa principalmente con dolor de cabeza y cuerpo, ganglios inflamados o secas y fiebre. Puede ir acompañado de dolor de garganta, "descoyuntura" de los huesos -quizá sensación de tener los huesos zafados-, tos seca o con "flema madura" y "si uno mueve la cabeza a los lados, truena el cuello y pareciera que se engarrota el cuerpo".
Se origina por exponerse al frío cuando "se está enojado"; ya sea por salir o dormir con el pelo mojado, o bien por asolearse después del baño (1 y 2). En Guerrero piensan que estos eventos provocan concentración de calor en alguna región del organismo, originando diferentes padecimientos; por ejemplo, si se concentra entre la piel y el hueso, origina un garrotillo simple; cuando sucede en el bajo vientre, se desarrolla el mal de orín; y si lo hace en la garganta, se produce un garrotillo pasmado o gripa, que de no tratarse se convierte en reumatismo (V. reuma) (2). El garrotillo simple se trata "tronando la enfermedad", es decir, frotando enérgicamente el cuerpo y jalando la piel (V. tronar el garrotillo) (2 y 3). Para las otras variedades, se recomienda ingerir bebidas calientes de diversos vegetales, permanecer en reposo y cuidarse de los cambios bruscos de temperatura (2).
En Michoacán, dan de beber al enfermo un cocimiento de crusillo blanco (?) para después "tronar la enfermedad" (1).
Como medida preventiva, se aconseja no exponerse a los cambios bruscos de temperatura. De no ser tratada correctamente, el paciente se "seca" -adelgaza- y puede sobrevenirle tuberculosis o tifo (1).
Padrón sugiere que se trata de una forma atípica de paludismo; pero también lo interpreta como bronquitis o traqueitis (3). Esteyneffer lo refería como un padecimiento de la garganta que cursaba con dolor y dificultad para respirar y deglutir (4).
(1) Mellado Campos, V. et al., (en preparación).(2) García Jiménez, S., 1984.(3) Padrón Puyou, F., 1956.(4) Esteyneffer, J. de, 1978.