Sinónimo: reumatismo, riuma (Pue) (1), riumas (BC) (2). Lengua Indígena: Huichol ´uriene (3). Maya ch´onojol (4). Mixe riume (5). Nahua xocucuele (6). Otomí tukua (6). Pame mpji´am, frío, resfrío (7). Totonaco chilixwanat (8).
Padecimiento cuya manifestación característica es el dolor en huesos y articulaciones, que dificulta la movilidad normal.
Sus principales causas están relacionadas con los cambios bruscos de temperatura (6 y 7) (9 y 10): por ejemplo, al exponerse a corrientes de aire frío, o mojarse cuando se está caliente o sudoroso debido al trabajo; o bien con la ingestión de alimentos calientes (V. frío-calor).
En Puebla, los nahuas de Xolotla refieren que es habitual en borrachos y personas que acostumbraban mojarse cuando niños, mientras su cuerpo estaba caliente. Los otomíes de San Pablito, por su parte, lo relacionan con el hecho de no cambiarse la ropa mojada (6). En Tepoztlán, Morelos, los factores originarios tienen correspondencia con la humedad (11), y en Baja California Norte, con el hecho de ser poseído por un mal sueño (2). Los huicholes lo conciben como un castigo de los dioses venados Sakaimuka, Tukaimuka y Kumukita a los cazadores que no les rinden ofrendas, o como resultado de ingerir frutos hechizados por los brujos. Cuando la enfermedad es crónica, piensan que la falta cometida es muy grave o que el "embrujador" es muy poderoso, y que para aquélla no existe remedio alguno (3). Para los tabasqueños, son las personas "de edad" las que presentan este trastorno, y especialmente las que han sufrido golpes fuertes (12).
Entre los síntomas del mal, el dolor articular y óseo es ampliamente reconocido. En el Estado de México reportan también la deformación de las articulaciones de las manos, la inflamación de las rodillas y los pies, y el "deseo de no hacer nada" (10). En Tepoztlán mencionan que se extiende por todo el cuerpo, y que cuando alcanza la espalda produce dificultad para caminar, y entonces se le denomina "reuma mala" (11). En Santa Ana Tlacotenco, Distrito Federal, se manifiesta con dolor de cabeza, falta de apetito, dificultad para deambular y cansancio (13). En las comunidades pimas de Sonora, las deformaciones físicas y la invalidez se asocian con el reumatismo, y se refiere que no existe tratamiento para tales afecciones (14). Para los habitantes de la sierra Norte de Puebla, es una de las diez enfermedades más frecuentes en la región (1). La reuma es un padecimiento que afecta a los adultos y, sobre todo, a los viejos (10); puede prolongarse una semana o varios años (13).
Los tratamientos son muy variados, pero sobresalen la recurrencia al uso de los animales ponzoñosos, del temazcal, de las plantas urticantes y de la mariguana (Cannabis sativa); los remedios son aplicados generalmente sobre la parte afectada. En Mérida, Yucatán, los merolicos venden una pomada confeccionada con el veneno de abeja. En Santa Ana Tlacotenco hacen que una abeja pique al paciente, o le aplican a éste miel en el lugar dañado (13). En el mercado Sonora, del Distrito Federal, recomiendan las picaduras de abeja y hormiga (15). En Michoacán, colocan abejas en un recipiente con alcohol y, después de un rato, frotan con este líquido la zona dolorida. En Pátzcuaro utilizan sanguijuelas o una crema mentolada que contiene aceite de víbora de cascabel y veneno de hormiga (15). En la sierra tarahumara y en Las Margaritas, Chiapas, untan la grasa de la víbora de cascabel (15).
En Santa Ana Tlacotenco (13) y San Pablito (6) recomiendan los baños de temazcal durante la convalescencia. En Morelos, estos baños se utilizan para tratar el padecimiento; acostumbran también golpear las zonas doloridas con plantas urticantes, como la mala mujer (Cnidoscolus ureas) y la ortiga (Urtica dioica), con lo que consiguen suprimir las molestias por periodos prolongados (dos años, aproximadamente) (16). La ortiga también es empleada en el Estado de México para "amacizar los líquidos" y así disminuir o quitar el dolor (17). En Sayula de Alemán, Veracruz (18), y en Tabasco (12), frotan la mariguana macerada en alcohol o aguardiente sobre la parte afectada. Los tarahumaras utilizan el cocimiento de las hojas de apago (Ptelea trifoliata) para bañar a los enfermos; Bennett supone que la planta ayuda a disminuir el dolor articular debido a que posee un alcaloide (19). Los chontales de Tamulté de la Sabana, Tabasco, recomiendan aplicar ventosa, sangría y emplastos de Bengué o lodex (20). Los huicholes soban el cuerpo del paciente para concentrar "el mal" en un lugar determinado y después extraerlo por succión (3) (V. chupar).
En la medicina académica, la reuma corresponde a diversos padecimientos que cursan con inflamación de las articulaciones.
Esta condición se manifiesta, entre otras, en la artritis reumatoide, la gota, la fiebre reumática y en ciertos procesos infecciosos. La artritis reumatoide se entiende como un síndrome crónico de etiología desconocida, caracterizado por la inflamación de las articulaciones, que origina el deterioro de las estructuras articulares. Aparece con dolor y rigidez que es común al levantarse por la mañana o después de una actividad prolongada; también hay fatiga y malestar al comienzo de la tarde. Por lo general se desarrollan deformidades, sobre todo en las articulaciones de las manos. La gota es una artritis aguda recurrente que se origina por el depósito de cristales de urato monosódico en las articulaciones. El ataque agudo se presenta súbitamente y puede ser precipitado por traumatismos, exceso de alimentos o alcohol, trastornos emocionales o procesos infecciosos. Se acompaña de dolor pulsátil, inflamación, calor y enrojecimiento. La limitación del movimiento articular es habitual en la gota crónica. Muchos gérmenes patógenos, virus, bacterias y hongos que invaden el torrente sanguíneo pueden producir artritis séptica. Por lo tanto, la artritis es una complicación bien reconocida en procesos infecciosos como fiebre tifoidea, viruela, brucelosis, meningitis meningocócica, gonorrea, rubéola y paperas. Se presenta con dolor articular agudo, rigidez, y, en ocasiones, fiebre y escalofríos. La artritis es también la manifestación más común en la fiebre reumática y da su nombre a la enfermedad. Las articulaciones se vuelven dolorosas e hipersensibles (21 y 22).
Al parecer, en la medicina tradicional se engloban bajo el término reuma, entre otras, las dolencias antes mencionadas.
(1) Farfán Morales, O., 1989.(2) Ochoa Zazueta, J. A., 1978.(3) Vázquez Castellanos, J. L., 1987.(4) Zavala Ramos, F., 1990.(5) Albino, P. J. et al., 1985.(6) Castro Ramírez, A. E., 1988b.(7) Chemin Bássler, H., 1984.(8) Santos García, A. de los et al., 1988.(9) Moscoso Pastrana, P., 1981.(10) Gómez López, J. M., 1990.(11) Baytelman, B., s/f.(12) Garcés Medina, A. R., 1989.(13) Palacios de Westendarp, P., 1986.(14) Pennington, C. W., 1980.(15) Campos, T. M., 1979.(16) Zurita Esquivel, M., 1987.(17) Esquivel Romero, A. E., 1989.(18) García, A. M., 1979.(19) Bennett, W. et al., 1978.(20) Pérez Salvador, A., 1987.(21) Passmore R. et al., 1975.(22) Berkow, R., 1978.