Diccionario Enciclopédico de la Medicina Tradicional MexicanaCeremonia que realiza el terapeuta tradicional destinada a curar el espanto causado por un viento (V. susto y aire).
En la sierra Norte de Puebla el curandero elabora en casa del enfermo un paquete que representa al alma del paciente y al "aire" que la capturó (V. pérdida del alma). Confecciona veinticinco muñecos que acomoda en serie de tres, sobre papeles rectangulares de color verde; luego recorta doce figuras de papel de China azul que representan al aire responsable del espanto, y las coloca sobre la serie de muñecos, procediendo a enrollar en el papel verde los muñecos y las figurillas, acomodando entre éstos unas velitas. Una vez terminadas estas ofrendas, las dispone sobre el altar junto a la imagen de la Virgen de Guadalupe, un catecismo y una veladora. Prende incienso en el altar y llama al doliente por su nombre varias veces, reza en dirección sur y asperja aguardiente, persignándose repetidas veces. Después limpia a la persona, primero con el paquete de figurillas, luego con la imagen de la Virgen y el catecismo, y posteriormente enciende una veladora. Durante la ceremonia, el curandero "localiza" el alma en el envoltorio, y después la devuelve al cuerpo del paciente por medio de la limpia. En todo momento se acompaña de ritos y plegarias para evitar la intrusión de influencias nefastas que pudieran interferir en la ceremonia de curación. El atado debe ser arrojado lejos de la casa del enfermo o en alguna barranca no transitada (1).
(1) Ichon, A., 1973.