La palabra "mazateco" significa "originario de Mazatlán, Matza-apatl", nombre que los nahuas dieron a la antigua capital del territorio de esta etnia y que proviene de dos voces, mazatl, "venado" y tlan, "cerca de" o "en", cuyo significado podría ser "donde abundan los venados". Su idioma pertenece a la familia Mazateco-Popoloca, del tronco Savizaa y grupo Otomangue. Se estima que existen cuatro variaciones dialectales ininteligibles entre sí. En general, el mazateco se distingue por ser una lengua tonal, pues las palabras presentan distintos significados dependiendo del tono con que se pronuncian. De esta manera, los integrantes de este grupo poseen un peculiar lenguaje a base de silbidos, mediante el cual les es posible sostener una conversación.
El XI Censo general de población y vivienda (1990), reveló una población mazateca de 199 656 individuos, de los cuales 31 282 pertenecían al grupo etario de cero a cuatro años, y 168 374 al de cinco años y más. De estos Últimos, 146 928 se localizaron en Oaxaca, 6 533 en Veracruz, 6 755 en Puebla, mientras que el resto era población migrante distribuida en diversos estados de la república, con cifras significativas en el Distrito Federal (4 276) y en el Estado de México (3 401). Los municipios con mayor número poblacional se ubican en Oaxaca y entre ellos destacan Huautla de Jiménez, Nuevo Soyaltepec, Santa María Chilchota, San José Tenango, San Felipe Jalapa de Díaz, Mazatlán Villa de Flores, San Pedro Ixcatlán, San Lucas Zoquiapan, Eloxochitlán de Flores Magón, San José Independencia y Acatlán de Pérez Figueroa. En Veracruz sobresale el municipio de Playa Vicente y, en Puebla, diversas localidades de los municipios de San Sebastián Tlacotepec y Tehuacán.
En general, la región mazateca se localiza al noroeste de Oaxaca y, a partir de 1954, incluye varias localidades del sur de Veracruz, debido al reacomodo de algunas poblaciones con motivo de la construcción de la presa Miguel Alemán. Su territorio comprende una parte alta enclavada en los contrafuertes de la sierra Madre Oriental, y una parte baja localizada en la cuenca del Papaloapan.
Las variaciones altitudinales y climáticas, así como la predominancia de los componentes bióticos y las actividades económicas, permiten distinguir cuatro subregiones en el territorio mazateco. Una zona de clima frío ubicada entre los 1 800 y 3 200 msnm, donde los bosques de pino y roble son la vegetación que domina; aquí son actividades de importancia el cultivo de maíz, frijol, chile, algunas hortalizas y frutales, productos destinados en su mayoría al autoconsumo; además, se explota el bosque para la elaboración de tablas, vigas, muebles e instrumentos musicales. Esta subregión está caracterizada por una alta densidad poblacional, cuyas tierras decrecen en productividad y cuyos bosques presentan una acelerada deforestación, factores que obligan a sus habitantes a emplearse temporalmente en los cafetales de poblados vecinos. Una segunda zona, de clima templado, está localizada en un rango altitudinal de los 800 a los 1 800 msnm con bosque mesófilo de montaña en donde el roble, liquidámbar y algunas especies de pinos son los componentes arbóreos más importantes; se cultivan maíz, frijol y chile con fines de autoconsumo, siendo el café el producto rector de su economía. Una tercera zona es de clima cálido y se ubica entre los 0 y los 800 msnm, en donde predominan selvas y bosques tropicales; en estas tierras bajas, las actividades más importantes son: el cultivo de la caña de azúcar, arroz y hule en las partes planas; la ganadería en las inmediaciones de la presa, y en las poblaciones localizadas en las márgenes de dicha presa, la pesca de tilapia (mojarra). Una cuarta zona comprende poblaciones mazatecas ubicadas en planicies y serranías, como las de los municipios de Jalapa de Díaz, Ixcatlán, Soyaltepec y una porción de San José de independencia. En ella, ha cobrada gran importancia la ganadería, actividad que está desplazando a la agricultura tradicional y ha provocado el desmonte acelerado de los bosques; aquí se cultivan maíz, frijol, ajonjolí, arroz y piña, y se recolecta el barbasco para su venta. Es importante hacer notar que en cualquiera de las cuatro zonas, un número importante de la población económicamente activa se dedica a actividades industriales, al comercio y a la construcción, o se emplea en las distintas empresas particulares o dependencias gubernamentales del estado.
La vivienda mazateca cuenta, por lo regular, con una o dos habitaciones y es ocupada por un promedio de cinco personas. En las partes altas se edifica con bajareque o madera y techo de zacate, tejamanil o lámina de cartón; en las partes bajas suele construirse con paredes de otate o madera y techo de paja, o de hojas de palma o de plátano. Es de forma rectangular, de dos o cuatro aguas, rodeada por un solar en el que es común la presencia de un baño de temazcal o baño de vapor construido con lodo y techo de zacate. Otro tipo de casa, un poco menos frecuente en ambas zonas, se construye con paredes de tabique o ladrillo, techo de loza de concreto, lámina de asbesto o metálica y piso de cemento. Los servicios intradomiciliarios de agua entubada, electricidad y drenaje son muy deficientes, particularmente en las poblaciones serranas. Según los Tabulados básicos del INEGI (Oaxaca, Hablantes de lengua indígena, 1993), de 35 424 viviendas, 11 486 cuentan con agua, 17 286 con energía eléctrica y 4 333 con algún tipo de drenaje, de las cuales 1 657 vierten sus desechos al suelo y cuerpos de agua, lo que influye, en gran medida, en las condiciones de salud de los habitantes.
La comunicación vía terrestre se compone de una red de brechas, caminos de herradura y de terracería, los cuales se conectan por el lado oeste del territorio mazateco con un camino revestido que entronca con la carretera que va de Teotitlán del Camino a la capital oaxaqueña, en tanto que, al este, diversos caminos convergen con la carretera que comunica con el estado de Veracruz y con la ciudad de Oaxaca.
El servicio médico institucional es igualmente deficiente; la atención mayoritaria a la salud se proporciona en unidades médicas rurales del IMSS-Solidaridad y, en menor proporción, en centros de salud de la SSA. Según informes de la Jurisdicción Sanitaria III (Tuxtepec) del estado de Oaxaca, la cual engloba la totalidad del territorio mazateco oaxaqueño, las diez principales causas de morbilidad en 1991 fueron: infecciones respiratorias, infecciones intestinales y las mal definidas, helmintiasis, amibiasis, traumatismos y envenenamientos, angina estreptocócica, micosis, paludismo, neumonía y bronconeumonías, así como la tuberculosis en todas sus formas.
En últimas fechas, el INI ha impulsado la formación de agrupaciones de terapeutas tradicionales, entre las que destaca la Organización de Médicos Tradicionales Indígenas Mazatecos "María Sabina" (OMTIM), fundada en 1989, con sede en Huautla de Jiménez. Actualmente, cuenta con más de 35 terapeutas de la región, los cuales han trabajado en la promoción de sus prácticas médicas con la creación de jardines de plantas medicinales y la preparación de medicamentos herbolarios; asimismo, han contribuido con programas de saneamiento ambiental y de prevención de enfermedades gastrointestinales. De la misma manera, en 1991, se constituyó la Organización de Médicos Tradicionales de la Región Cañada (OMTIRC) con la participación de terapeutas de origen mixteco, chinanteco, cuicateco y mazateco, a fin de trabajar en conjunto para intercambiar conocimientos y capacitarse en las diversas especialidades de la medicina tradicional. La OMTIRC tiene su sede en Cuicatlán y agrupa a más de 15 terapeutas indígenas de la región.
Aunque los mazatecos son nominalmente católicos, su vida religiosa está fuertemente impregnada del culto con raíces pre-hispánicas. Esto se manifiesta con claridad en sus numerosas ceremonias propiciatorias, entre las que destacan las relacionadas con el ciclo agrícola y, en general, con el uso de sus recursos naturales, también implicadas en el bienestar de la unidad familiar en todos sentidos, incluyendo la salud. La celebración de dichos ritos se lleva a efecto según el propio calendario mazateco. Entre ellas destacan la primera ceremonia relacionada con el ciclo del maíz, llamada wincha; la que se celebra con motivo de la cosecha de las semillas de la virgen, planta psicotrópica ingerida en diversas ceremonias, especialmente en las terapéuticas; las ceremonias relacionadas con la siembra del café y cuando se corta un árbol; las que propician las lluvias; la de la cosecha de los hongos alucinógenos, igualmente de uso ritual; las ceremonias destinadas a defender la milpa del mal de ojo, de la envidia y de los aires cuando el elote está tierno y es más susceptible a las plagas; y la celebración del Día de Muertos, que coincide con el término de la cosecha del maíz. A lo largo de este ciclo ritual, se ofrenda a los dueños de la tierra o señores del monte -los chicones o chaneques- diversos elementos simbólicos a fin de entablar una alianza con ellos y con sus jefes, los santos que viven en Do Asean, lugar sagrado de donde vienen el Sol y la lluvia, el lugar de la vida, sede de los dioses principales.