Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
Atlas de las Plantas de la Medicina Tradicional Mexicana
Chichicastle
Urtica urens L. — Urticaceae


La imagen fué proporcionada por:
Guadalupe Cornejo T.
CONABIO
Botánica y ecología.

Hierba ramosa de 40cm de altura con abundantes pelitos urticantes, más en los tallos que en las hojas. Las hojas tienen forma ovada, son de color verde brillante y tienen el borde aserrado. Las flores son verdes, pequeñas y están agrupadas en espigas cortas que nacen entre el tallo y el soporte de las hojas.

Es originaria de América austral, habita en clima templado entre los 2000 y los 2750msnm. Crece asociada a pastizal, bosques de encino, de pino, mixto de pino-encino y bosque de juníperos.

Etnobotánica y antropología.

El uso más popular que se le da a esta planta es en dolor de coyunturas; en el Estado de México lo alivian tomando un té hecho con la rama de la planta. Para atender las reumas se dan masajes con la tintura alcohólica de la planta. En el Distrito Federal también se emplea con este fin.

En la mayoría de las enfermedades se usa toda la planta hervida y tomada como té, de esta forma se le indica para tratar retrasos menstruales (V. regla retrasada) y afecciones de pulmones. Sin embargo, las ramas solas se ocupan para dar golpes detrás de las rodillas y así curar los nervios.

De igual manera se menciona útil para tratar la tos, gripe, catarro e hidropesía y contra la maldad.

Historia.

Juan de Esteyneffer, a inicios del siglo XVIII refiere que "sirve para enfermedades cutáneas, hematosis, parálisis, hemorragia nasal, estitiques, tiricia, mal de loanda y almorranas sangrantes".

Química.

Poca investigación química se ha realizado sobre Urtica urens. En la planta completa se ha detectado la presencia de alcaloides, fenoles, esteroles y triterpenos.

Farmacología.

Un extracto fluido preparado de la planta entera mostró un fuerte efecto estimulante del útero, al ser evaluado in vitro con úteros de perras y cobayos.

Un extracto etanólico-acuoso preparado de hojas y tallos, que fuera evaluado en ratones por la vía intraperitoneal frente a tumores del tipo Leuk-P388, mostró actividad antitumoral.

Este mismo extracto, evaluado in vitro en un cultivo de células de carcinoma humano CA-9KB, no mostró actividad citotótoxica.

Un extracto acuoso de la planta, que fuera administrado por la vía externa en humanos con alopecia, mostró un efecto estimulador del crecimiento del cabello.

Varios tipos de extractos de esta planta (etanólico-acuoso y acuoso), preparados de las raíces y que fueran evaluados para conocer su actividad antifúngica y antilevadura, no evidenciaron presencia de actividad antibiótica in vitro.

Toxicidad.

Los pinchazos provocados por las espinas de esta planta suelen provocar en humanos una serie de efectos tóxicos de tipo general. Se ha planteado que estos efectos tóxicos obedecen a la inyección de una toxina que ejerce su efecto de 24 a 36 horas.

Las hojas, aplicadas a humanos por la vía externa provocan sensación de quemazón, picazón y otros efectos. Se le han atribuido estos efectos a la presencia de histamina, acetilcolina e hidroxitríptamina en los trichomas de la planta y a la existencia de posibles factores neurotóxicos aún no identificados.

Comentarios.

Planta de origen americano de la cual los estudios farmacológicos convalidan parcialmente algunas de sus aplicaciones terapéuticas tradicionales. Los reportes de toxicidad de esta planta en humanos alertan sobre su utilización terapéutica.

Literatura.

Botánica. Barquín M. y Zamora I. 1991; Ghislaine D. y Nelis J. 1979; Gutiérrez M. A. 1989; Mata S. y cols. 1985; Zavaleta B. y cols. 1990.

Ecología. Barquín P. y Zamora L. 1991; Index Kewensis; Mata S. y cols. 1985; Zavaleta P. y cols. 1990.

Etnobotánica. Barquín P. y Zamora L. 1991; Ghislaine D. 1979; Gutiérrez M.A. 1989; Mata S. y cols. 1985; Zavaleta P. y cols. 1990.

Historia. Esteyneffer Juan de 1978 (1712).

Farmacología. Bhakuni D. y cols. 1976; Starkenstein T. y Wasserstrom T. 1933; Makoru L. 1953; Guerin J. y Reveillere H. 1984.

Toxicidad. Lenggenhager K. 1974; Kulze A. y Greaves M. 1988.