"Bazo" es el nombre en español con que la población guarijía designa una enfermedad de calidad caliente, que ataca específicamente al órgano del mismo nombre. Esta dolencia, que afecta sobre todo a la población infantil, es conocida en guarijío con los vocablos ya´wi o waso.
La principal causa que da origen al padecimiento está relacionada con el síndrome de filiación cultural llamado susto: todos los informantes refieren que la enfermedad del bazo "brota en un par de días después de un susto"; el bazo comienza a sufrir una disfunción o alteración a partir de ese síndrome. Otros informantes indican que esta enfermedad es causada, además, por "comer vegetales como sandía, guayaba o caña, cuando están tiernos".
El enfermo presenta un crecimiento, inflamación y endurecimiento acelerado del bazo, que provoca que el órgano se expanda hacia el lado derecho y hacia abajo del abdomen, al grado que llega a "pegársele a las costillas y le oprime la vejiga y la panza", impidiéndole orinar y causándole dolor de estómago por la presión que ejerce, además de calenturas con escalofríos cada tercer día. El enfermo tiene los ojos amarillos, pierde el apetito, y siente debilidad y mucha sed. Ciertos informantes afirman que la zona del bazo inflamado "se ve azul y todo el cuerpo se pone amarillo; cuando esto ocurre, la enfermedad es difícil de curar".
Después de observar el aspecto del paciente, los terapeutas tradicionales confirman su diagnóstico palpando la región donde se encuentra el bazo y detectando así su crecimiento anormal.
El principal procedimiento terapéutico destinado a curar la enfermedad es la sobada, aplicada diariamente en la región del abdomen donde se encuentra el bazo, durante tres días a los hombres y cuatro a las mujeres, debiendo los pacientes estar en ayunas. La maniobra se ejecuta con ayuda de ceniza o Vick VapoRub, "amasando y jalando el bazo despacio con la punta de los dedos", de modo que retorne a su lugar habitual. Los informantes señalan que, "al segundo día, el bazo se siente ya blandito, y al tercer día desaparece la hinchazón". Al término de la última sobada, se coloca, directamente sobre la región inflamada, savia cruda de un árbol de nombre tezcalama, cuya "sangre es muy fuerte; se pone muy poca en la última sobada, sólo una vez, y se espera que se caiga sólita". La finalidad de todo el tratamiento es "ablandar y desinflamar el bazo; así regresa a su lugar de origen". Durante el tratamiento, los terapeutas no aconsejan dieta alimenticia, aunque recomiendan al enfermo no bañarse, ni pisar superficies húmedas por lo menos durante cuatro días; de lo contrario, la curación no surte efecto (V. palo santo).
Si el sujeto afectado de bazo no recibe atención médica adecuada, las molestias se vuelven cada día más intensas por "no comer, por la fiebre o por no poder orinar; su cuerpo se hincha y puede llegar a morir".
Acerca de las formas de prevención, los informantes recomiendan "no comer frutas tiernas", esto es, sin madurar. Señalan que la población más afectada es la infantil "porque se descuidan más en lo que comen". Aparentemente, las variaciones estaciónales condicionan la aparición de la enfermedad; los terapeutas aseguran que atienden menos casos en época de frío, por considerar que en ese periodo "se enfría el bazo".