Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
Atlas de las Plantas de la Medicina Tradicional Mexicana
Avena
Avena sativa L. — Gramineae


La imagen fué proporcionada por:
José Rangel Sánchez
Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. Fototeca Nacho López
Sinonimia popular.

Estado de México: ahuacuatexmuli (náhuatl).

Botánica y ecología.

Planta anual que tiene los tallos como si fueran quebradizos. Las hojas son muy angostas y verdes. Sus flores se encuentran en espiguillas que cuelgan y los frutos son vainas diminutas.

La avena es originaria de zonas tropicales y habita en clima templado entre los 2000 y los 2700msnm. Planta cultivada con fin comercial principalmente, y para uso medicinal, crece en áreas con vegetación circundante de bosques de encino y de pino.

Etnobotánica y antropología.

En Puebla, se recomienda el uso de la avena para curar las heridas, lavándolas con el cocimiento de toda la planta, las veces que sean necesarias. En cambio, cuando se trata de enfermedades respiratorias, se aconseja tomar como agua de tiempo un té caliente preparado con el fruto. Ambos casos son referidos en el Estado de México.

Se sugiere beber la avena preparada en atole como lactógeno, en Morelos (V. falta de leche).

Además, se hace uso de esta planta en trastornos digestivos, estreñimiento, impurezas de la piel, paño negro, contra la tuberculosis, recaídas y como vitamina.

Historia.

Juan de Esteyneffer, a inicios del siglo XVIII la recomienda en cocimiento para fomentar los pechos. A finales del mismo siglo, Vicente Cervantes comenta su utilidad para las calenturas, esputo de sangre y otras enfermedades del pecho.

Para el siglo XX, Luis Cabrera señala los usos siguientes: analéptico, angiocolitis, gastroenteritis, nefritis y uretritis. La Sociedad Farmacéutica de México la cita para ascitis y bronquitis.

Farmacología.

De esta planta, que se utiliza ampliamente con fines alimenticios en todo el mundo, se han realizado una gran cantidad de evaluaciones farmacológicas para conocer si posee propiedades medicinales aparte de las consabidas alimenticias. De las investigaciones mejor documentadas están los estudios con humanos para evaluar sus propiedades eliminadoras del colesterol. Así, varios ensayos clínicos han comprobado que el consumo de avena en la dieta, condujo a la reducción, en las personas estudiadas, de los niveles del colesterol total, así como del LDL-colesterol, en relación con los grupos control, poniéndose así de manifiesto su propiedad antihipercolesterolémica.

Se ha demostrado también la actividad antihiperglicémica presente en las semillas de esta planta, en un grupo de adultos humanos a los que se les había inducido hiperglicemia con glucosa y que consumieron las semillas.

El fruto, cuando es administrado a ratas hembras en raciones de hasta un 50% de la dieta total, así como también el extracto de fruto preparado con éter, revelaron un efecto galactogogo.

Otras actividades evaluadas con animales de experimentación, utilizando extractos preparados con las partes aéreas o específicamente con las semillas o las hojas de la planta, han mostrado la presencia de una actividad estrogénica en ratones. De igual forma, una fracción cromatográfica extraída de las partes aéreas de la planta y que fuera evaluada en ratas, mostró actividad antiestrogénica.

El jugo de las hojas inyectado en conejos a varias concentraciones provocó la inducción de la ovulación.

El propio jugo de las partes aéreas, así como también un extracto acuoso preparado de éstas, al ser evaluados en conejos por la vía intravenosa, a las dosis de 1 y 2 mg/kg, indujeron la estimulación de la liberación de hormona luteinizante.

En ovejas, el fruto verde administrado en raciones, mostró ser efectivo contra el raquitismo.

Un extracto etanólico, preparado con las partes aéreas, cuando fue administrado en ratas por vía oral, mostró actividad narcótica, al antagonizar con la morfina en la prueba de la plancha caliente.

Un homogenado de semillas frescas, que fuera evaluado con el ensayo de Ames con Salmonella typhimurium (cepas TAI 00 y TA98), mostró una clara actividad desmutagénica frente a la mutagénesis inducida por 1,4-Dinitro-2-metil-pirrol.

Otra actividad evaluada con esta planta y que diera resultado positivo de actividad biológica, fue la actividad atrayente de insectos, que se estudiara con la variedad cv. montezuma.

También se obtuvo respuesta positiva para la actividad inhibidora de la enzima prostaglandina sintetasa al evaluar un extracto etanólico (al 95 %), así como también actividad inhibidora de la germinación de plantas presente en diferentes tipos de extractos de la planta.

Otras dos actividades que fueran evaluadas en ensayos clínicos con humanos, pero que dieran resultados negativos, fueron la actividad inhibidora de los deseos de fumar y la actividad hipolipémica. La primera se probó con un extracto etanólico (al 95 %) preparado de las partes aéreas. La actividad hipolipémica fue evaluada durante un mes, en un estudio de consumo del fruto.

Toxicidad.

No se han encontrado reportes de estudios de actividad toxicológica con esta planta.

Algunos autores han planteado que los riesgos de toxicidad de esta planta, al igual que se ha observado en ocasiones con otras plantas forrajeras, se deben fundamentalmente a la acumulación de nitratos que suele presentar la planta, lo que va a depender tanto de las condiciones del suelo en que haya crecido la planta, así como también de la contaminación accidental de la planta con ciertas especies de hongos.

Comentarios.

Planta introducida en México que cuenta con numerosos estudios farmacológicos, pero que desafortunadamente no tiene relación con las aplicaciones terapéuticas que se le dan en nuestro país.

Herbarios.

CHAPA, IMSSM, IZTA, UAS.

Literatura.

Botánica. Avilés M. 1985; Chino S. y Jacques P. 1986; Esquivel E. 1989; López R. e Hinojosa A. 1988; Senties A. 1984.

Ecología. Index Kewensis; López R. e Hinojosa A. 1988; Ejemplares consultados: Reeder J. y cols.; Rodríguez S.; Valdez M. (MEXU).

Etnobotánica. Avilés M. 1985; Chino S. y Jacques P. 1986; Esquivel E. 1989; López R. e Hinojosa A. 1988; Sentíes A. 1984.

Historia. Cabrera L. 1958 (1943); Cervantes V. 1889 (1790); Esteyneffer J. de 1978 (1712); Sociedad Farmacéutica de México. 1952.

Farmacología. Adler J. 1965; Aguilar A. y Zolla C. 1982; Anderson J. V Gustafson N. 1988; Bradbury J. 1944; Butenandt A. y Jacobi H. 1933; Buttery R. y cols. 1982; Connor J. y cols. 1975; Heupke W. y Kolb A. 1953; Karl R. y Rudiger W. 1982; Lohaus E. y cols. 1982; Meyer C. 1935; Osawa T. y cols. 1986; Pieterse P. 1955; Pieterse, P. y Andrews F. 1956; Saeed S. y cols. 1981; Schmidt K. y Geckeler K. 1976; Turnbull W. y Leeds A. 1987; Walker B. y Janney J. 1930; Wood P. y cols. 1990.

Toxicidad. Aguilar A. y Zolla C. 1982.