Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
Diccionario Enciclopédico de la Medicina Tradicional Mexicana
Shurhíjki

Purépecha, de xurihca, médico benéfico (1). También shurique (2), xuhiki (3). Sinónimo: eshéperi, ishepenti, ishéperi, shépti, tsinájpiri, tshinájpiri (4).

Terapeuta tradicional de los purépechas.

El patrón de iniciación y aprendizaje del shurhíjki está determinado por la herencia familiar. Al parecer, su función es estrictamente médica y se limita a atender padecimientos cuya causalidad se atribuye a desequilibrios corporales motivados por una mala dieta, con manifestaciones como diarrea, disentería y empacho; a factores externos, como el clima, que ocasionan tos o catarro; o a alteraciones emocionales que desencadenan episodios de bilis, mal de ojo y susto. Casi siempre quedan fuera de su atención la curación de los enfermos que se dicen embrujados (V. sikuáme) y, en general, aquellas enfermedades cuyo origen se remite a agentes sobrenaturales. Por tal motivo, en sus métodos terapéuticos están casi ausentes la celebración de ritos y ceremonias, a excepción de la limpia, procedimiento indicado para tratar el mal de ojo y el susto. Sus recursos terapéuticos fundamentales son las plantas medicinales (de aquí que también se les conozca como yerberos), además de remedios de origen animal y mineral (2) (5 y 6).

A diferencia del curandero purépecha actual, el xurihca prehispánico conjugaba el conocimiento de los recursos herbolarios, animales y minerales con las terapias de orden mágico. Diagnosticaba y efectuaba el pronóstico de las enfermedades valiéndose de técnicas adivinatorias, mediante agüeros, suertes, revelaciones oníricas, datos astrológicos e ingesta de alucinógenos. Además de ser curador, cumplía con funciones de índole social: descubría a los culpables de un hurto, sancionaba a los transgresores de las normas sociales y resolvía problemas familiares y de la comunidad (1) (5). El xurihca pertenecía a la jerarquía sacerdotal (5) y era claramente distinguido del hechicero (1), pues en el campo de la medicina su intervención se concretaba a lo benéfico, mientras que el sikuáme cumplía una función ambivalente (la de curador y brujo a la vez), tal y como hace hoy en día. Todo parece indicar que en la actualidad los curanderos purépechas han perdido buena parte de su relevancia dentro del ámbito social, limitando en ocasiones su campo cognoscitivo al del herbolario prehispánico, especialista al que conocía como sipiati miteti.

Índice de Autores

(1) Sepúlveda, M. T., 1988.

(2) Rendón, 5., 1981.

(3) Zolla, C., 1984b.

(4) Velázquez Gallardo, P., 1978.

(5) Ascencio Campos, R., 1987.

(6) Garro, L., 1981.

SM y MM