Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
Diccionario Enciclopédico de la Medicina Tradicional Mexicana
Venado

En México existen tres especies de ciervos: el de cola blanca, Odocoileus virginianus, que se distribuye a lo largo de todo el país con excepción de la península de Baja California; el bura o cola prieta, O. hemionus, localizado en la meseta del norte y Baja California; y el temazate, cabrito o venado rojo, Mazama americana, habitante de la vertiente del golfo de México, además de Oaxaca, Chiapas y península de Yucatán.

Se le han conferido propiedades terapéuticas en el tratamiento de diversas enfermedades, además de un valor simbólico por "traer la suerte" y ser un elemento sagrado en la mitología de algunos grupos. En Sonora, los yaquis refieren que para evitar la enfermedad llamada coraje (V. muina), se debe colgar un hueso de venado al cuello de los niños (1). En Zaachila, Oaxaca, se da de beber a la parturienta la raspadura del asta para aligerar los partos prolongados (2). Con el mismo fin, en Hueyapan, Morelos, utilizan la raspadura de la pezuña mezclada con polvo de cola de tlacuache (3). En Pátzcuaro, Michoacán, se usa el pulverizado de asta o cuerno quemado, ingerido como si fuera café, con el fin de curar las "hemorragias de bola" del posparto (4).

Para los huicholes, el venado es uno de los elementos más importantes de la región y de su cosmovisión, pues forma parte de una trilogía junto con el peyote y el maíz. Es símbolo de vida y fertilidad, y ofrenda principal en las ceremonias. Cuentan los mara´akámes cantores que cuando el hermano mayor apareció por primera vez, se mostró como venado y cada una de sus huellas se convirtieron en peyote. Para la siembra del maíz, rocían los granos con sangre de venado para así propiciar la abundancia de los tres elementos que componen la trilogía (5 y 6).

Entre los principales amuletos portadores de buena suerte reconocidos en el país, se encuentran la cola y la pata del venado. Los indios yaquis de Sonora se aseguran de que en su casa nunca falte una cola de venado, llamada "flor de segua", pues ella siempre trae la buena suerte, además de poseer poderes curativos; incluso señalan que un viejo puede cambiar el curso de un río con la simple ayuda de la cola de un venado (7). En comunidades nahuas y popolucas de Veracruz, revisten especial importancia las concreciones calcáreas encontradas en el tracto digestivo del venado, denominadas "piedras de venado", o bezoar, pues se cree poseen virtudes curativas, y que quienes las porten, siempre gozarán de éxito en la cacería (8).

En el Códice Badiano encontramos información concerniente a las virtudes terapéuticas del venado, mázatl, y una explicación de su simbolismo en los pueblos mexicas. No se sabe con precisión cuáles fueron las bases teóricas por las cuales los terapeutas explicaban la facilidad con que las hembras del venado parían, pero sí se ha registrado la administración del asta cuando una mujer tenía dificultades para expulsar el feto, o simplemente para facilitar el parto; también daban el corazón quemado, "insensibilizado", a quienes presentaban "dolor de corazón". Debido a la relación del venado con el Sol y, por ende, con el fuego, se empleaba la ceniza de sus astas en aplicaciones para tratar enfermedades producidas por calor excesivo (9).

Índice de Autores

(1) Ochoa Robles, H. A., 1967.

(2) Parsons, E. C, 1966.

(3) Álvarez Heydenreich, L, 1976.

(4) Campos, T. M., 1979.

(5) Benítez, F., 1976.

(6) González Torres, Y., 1991.

(7) Toor, F., 1937.

(8) Münch Galindo, G., 1983.

(9) Viesca Treviño, C. et al., 1974.

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