Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
Atlas de las Plantas de la Medicina Tradicional Mexicana
Hule
Castilla elastica Sessé — Moraceae


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Atlas de las Plantas de la Medicina Tradicional Mexicana
Sinonimia popular.

Árbol de hule, caucho. Oaxaca: oom; Puebla: hullicuahuit, tzakat hulli; Veracruz: tsacat; Yucatán: k´iche´, k´ik´aban; San Luis Potosí: peem (tenek).

Botánica y ecología.

Árbol de mediana altura o árbol alto. Las hojas son alargadas, miden de 20 a 45cm de largo, ligeramente velludas en el anverso, y algunas veces son pálidas y muy velludas. Las flores son rojas o rojo-naranja en la madurez. Los frutos miden 2cm de largo.

Originaria del sur de México y el norte de Sudamérica. Habita en climas cálido y semicálido, entre los 100 y los a 500msnm. Planta silvestre, cultivada, ornamental. Asociada a bosques tropicales caducifolio, subcaducifolio, subperennifolio y perennifolio.

Etnobotánica y antropología.

Los usos medicinales más frecuentes del hule son contra enfermedades de la piel y padecimientos músculo-esqueléticos. Se prescribe también como antirreumático; para el "mal de cintura", secar heridas, llagas y sanar el ombligo del recién nacido; en el tratamiento de abscesos, supuraciones; y contra granos y espinillas; asimismo se le utiliza como antinflamatorio, en casos de ronquera; paperas (parotiditis) y en irritaciones de los ojos, refiriéndose todos estos usos en los estados de Hidalgo, Puebla, Yucatán, Sonora, Oaxaca y Veracruz.

Su modo de empleo es la aplicación del látex o savia; en algunos casos se puede mezclar con el látex del akum (Ficus sp.).

Los lacandones hacen figuras de dioses con hule; es posible que los antiguos mayas también los hubieran hecho. En los antecedentes históricos, se menciona que el hule tenía múltiples usos medicinales; mezclado con una bebida de cacao aliviaba malestares en el estómago y los intestinos y se suponía, quizá por sus características de emplasto adherible, que restauraba los órganos interiores, y para quitar las cataratas, se aplicaba un pedacito sobre los ojos.

En la Sierra Norte de Puebla actualmente también se elaboran figuras de hule para hacer muñecos rituales. Antes de ser ofrendados, los muñecos son empapados en sangre de pollo o guajolote. Después se envuelven, junto con otras ofrendas de flores o de alimentos, en hojas de papantla y se depositan en ciertos lugares precisos de la casa, o en los cruces de los caminos, o en las cuatro salidas del poblado, o en el centro y los cuatro ángulos de la milpa (V. mundo). Esto se hace con el objeto de poner una barrera a los aires para que no esparzan las enfermedades sobre el poblado o destruyan la milpa. La ofrenda será destinada a la tierra y a la deidad que los muñecos representan.

En la Huasteca Potosina se utiliza el latex del hule para cubrir con goma la cabeza de las baquetas, con ellas se hace vibrar el tambor para interpretar la música de nukub son.

Calidad de la planta: caliente.

Historia.

En el siglo XVI, Martín de la Cruz la señala como antidisentérico. Bernardino de Sahagún, la consigna como antiséptico, eupéptico y contra enfermedades de los ojos.

La Sociedad Mexicana de Historia Natural, en el siglo XIX, relata los usos siguientes: antidiarréico, antidisentérico, contra cefalalgias, emenagogo, esterilidad, jaqueca; disuelve las nubes de los ojos y limpia el útero. En el mismo siglo, Francisco Flores refiere: cuando una cicatriz en los labios quedaba defectuosa la sanaban cauterizando y suturaban la nueva herida con ulli derretido, para la laringitis frotaban la garganta con ulli, en las hemoptisis utilizaban el ulli mezclado con otras plantas. Para combatir la disentería y diarreas se hacían supositorios con el jugo del ulquahuitl y con piciétl que se introducían en el ano del paciente. En las retenciones de orina, para provocar su expulsión, le aplicaban sobre el ano, o la vulva -si se trataba de una mujer- fomentos de cocimiento de corteza de ulquahuitl. Lo mismo hacían con la amenorrea y para controlar que regrese el flujo menstrual. Para controlar las hemorragias preparaban un aceite con el ulli. La corteza tiene un efecto astringente.

En el siglo XX, Alfonso Herrera menciona: se fabrican objetos de farmacia con esta sustancia. Maximino Martínez, la prescribe para abscesos, como antidisentérico, contra enfermedades de los ojos, quemaduras, ronquera y supuración. Finalmente, la Sociedad Farmacéutica de México, la reseña como útil contra abscesos, llanto de los niños y supuración.

Química.

La información química sobre C. elastica es escasa. De las hojas se ha aislado al benzenoide ácido gentísico.

Comentarios.

La primera referencia histórica sobre el uso medicinal de Castilla elastica, se registra hasta el siglo XIX. Y es el empleo del látex para sanar heridas, la única aplicación terapéutica que coincide con su uso actual. Desafortunadamente, no se han detectado estudios experimentales que corroboren su efectividad.

Herbarios.

CIB, ENCB, IBFFA, IMSSM, IZTA, MEXU, UAS, XAL, YUC.

Literatura.

Botánica. Antonio N. 1989; Brito W. 1989; Del Amo S. 1979; Espinosa J. 1985; Evangelista V. y cols. 1991; López E. 1988; Morales G. y Toledo G. 1987.

Ecología. Instituto de Ecología 1991; López R. y Hinojosa A. 1988; Martínez M. A. 1991.

Etnobotánica Antonio N. 1989; BADEPY 1987; Brito W. 1989; Del Amo S. 1979; Espinosa J. 1985; Evangelista V. y cols. 1991; López E. 1988; López R. e Hinojosa A. 1988; Martínez M. A. 1991; Morales G. y Toledo G. 1987.

Antropología.. Aguilera 1985; Alcorn J. 1984; Ichon A. 1973.

Historia. De la Cruz M. 1964 (1552); Flores F. 1982 (1886); Herrera A. 1921; Martínez M. 1969(1934); Sahagún B. 1950-1959 (Códice Florentino. 1548-1582); Sociedad Mexicana de Historia Natural. Primera Serie Vol. VII, 1887; Sociedad Farmacéutica de México. 1952.

Química. Griffiths L. A. 1959.