La imagen fué proporcionada por: Luis Arias Chalico Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. Fototeca Nacho López |
Árbol muy alto y grueso, con la corteza moreno rojiza, gruesa y áspera desde que el árbol es joven. Las hojas están en grupos de 4 a 6 y tienen forma de agujas. Los conos o piñas tienen forma ovada, y miden de 8.5 a 15cm de largo, algo encorvado, de color moreno opaco o levemente lustroso, dispuestos en pares o en grupos de 3, con semillas de color oscuro.
Originaria de México. Presente en clima templado entre los 1250 y los 2900msnm. Crece en ladera de cerro y terrenos planos, constituye en ocasiones bosques de pino, o asociaciones de bosque de encino-pino y pino-encino.
Es de uso común en afecciones respiratorias. En Puebla se le emplea para aliviar los resfríos y la ronquera, y en Tlaxcala contra la tos y bronquitis aguda. También se le aprovecha como cicatrizante de heridas.
Los tzotziles de Zinacantán la consideran una planta muy caliente y la usan contra el frío (aire) en baños de cuerpo, vaporizaciones y mediante la ingestión de su infusión, que va acompañada de rezos por parte del curandero.
Los totonacos la incluyen como parte de la ofrenda que destinan a la tierra y a sus deidades, según sea la petición. Con la vara de pino, corteza del árbol del hule y resina de copal, confeccionan unos muñecos rituales, dependiendo de la ofrenda es la cantidad de muñecos que se elaboran. Después de hacer con ellos todo un ritual, se envuelven junto con flores o alimentos, en hojas de papatla y se depositan en lugares precisos de la casa, en los cruces de los caminos, en las cuatro salidas del poblado o en el centro y los cuatro ángulos de la milpa. Esto se hace con el objeto de poner una barrera a los aires para que no dispersen las enfermedades en el poblado o destruyan las milpas.
Francisco Hernández, en el siglo XVI señala: afirman los médicos indios, son muy eficaces para curar las lepras.
Planta originaria de México de uso muy antiguo que coincide con el actual en su empleo como cicatrizante. Desafortunadamente no existen estudios químicos o farmacológicos que confirmen sus atribuidas propiedades farmacéuticas.
ENCB, IMSSM, IZTA, MEXU.
Botánica. Chino S. y Jacques P. 1986; Ghislaine D. 1979.
Ecología. Ejemplares consultados: Manzanero G.; Sánchez-Mejorada H; Vázquez V.; Ventura A.; Viveros I. y Mancera A. (MEXU).
Etnobotánica. Chino S. y Jacques P. 1986; Ghislaine D. 1979.
Antropología. Ichon A. 1973; Ridone O. 1984.
Historia. Hernández F. 1959 (1571-1576)