La imagen fué proporcionada por: Javier Hirose Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. Fototeca Nacho López |
Algarrobo, huizache mexicano, pechita; Estado de México: tziritsequa; Nayarít: met chi (cora); Oaxaca: huamelula coyul, mangan patier, patier de burra, patier lam (huave).
Árbol o arbusto pequeño, de 12m de altura. Las ramas tienen espinas fuertes de 1 a 4cm de largo. Las hojas están divididas con apariencia de plumas. Sus flores son de color verde amarillento, aromáticas y están agrupadas en espigas alargadas. Los frutos son legumbres que al secarse se abren por un lado.
Originaria de América tropical. Habita en clima semicálido, semiseco y templado entre los 1000 y los 2050msnm. Planta silvestre cultivada en huertos familiares, asociada a matorral xerófilo.
El mezquite se usa comúnmente para curar las enfermedades de los ojos en diferentes estados del norte (Nayarit y Sonora), centro (Estado de México), y sur (Oaxaca) del país. Para los males y la irritación de los ojos, se aprovechan las hojas molidas en agua hervida, el líquido previamente colado se aplica en gotas. Para sanar la hinchazón, las hojas hervidas se colocan a manera de compresas sobre los ojos por un largo rato en las noches (V. mal de los ojos).
Asimismo, se toma la cocción de las hojas en caso de infección bucal y mal de orín. Se bebe dos veces al día la cocción de la corteza junto con hojas de hierbabuena para curar el empacho de los niños causado por la leche materna (V. enlechado); la corteza, se aplica en granos y ampollas; la goma se coloca en el ombligo, también "cura el mal de orín".
Se emplea, aunque sin mencionar cómo, en el tratamiento de padecimientos del aparato digestivo como dolor de estómago, disentería y mala digestión. Además se le atribuyen propiedades como purgante y antihemético.
En medicina veterinaria se usa el agua donde se han hervido las hojas para lavar los ojos de chivos y borregos.
Calidad de la planta: caliente
En el siglo XVI, Martín de la Cruz refiere; que "limpia los ojos". El Códice Florentino, la reporta curativa de enfermedades de los ojos. Francisco Hernández, menciona que se usa para "atacar las enfermedades de los ojos", y para controlar el flujo menstrual excesivo. En el mismo siglo, las Relaciones Geográficas la señalan como curativa del dolor de barriga.
En el siglo XVII Hernando Ruíz de Alarcón asienta: "con su exorcismo y encanto, usan el zumo de la corteza de árbol llamado mezquite, para curar las enfermedades de los ojos".
A inicios del siglo XVIII, Juan de Esteyneffer la recomienda para detener la hemorragia dental y para eliminar la "piedra" del riñón. A finales de este mismo siglo, Vicente Cervantes la indica como curativa de las oftalmías crónicas.
Para el siglo XIX, Francisco Flores la prescribe contra la conjuntivitis.
A inicios del siglo XX, la Sociedad Mexicana de Historia Natural reporta sus usos como astringente, emoliente, y afirma que detiene la menstruación y limpia los ojos. Posteriormente, Maximino Martínez la consigna como antidisentérico, antiséptico y útil para limpiar los ojos. Luis Cabrera señala los usos siguientes: como antidisentérico, contra faringitis, gastritis, laringitis, como tónico muscular y contra uretritis blenorrágica.
Las hojas de P. juliflora contienen los alcaloides julifloridina y juliprosopina, el alcaloide del indol triptamina, y el ses-quiterpeno prosopidiona. De la corteza del tallo se han aislado los flavonoides 8-hidroxi-4´-metoxi- 7-neohesperidósido de iso-flavona, 4 metil-éter-beta-galactopiranósido de camferol, alfa-ramnósido de leucodelfinidín y el glucosil-ramnósido y ombuín. Del fruto se han aislado los flavonoides camferol, glucopiranósido de leucocianidín y glucopiranosil-ramnopiranósido de delfinidín; y la cumarina pentaglicósilada del ácido dimetil-elágico. En la raíz se han detectado los flavonoides galactopiranósidos de 3´-4´-dihidroxo-5-metoxi-6-metil-flavonona y 4-7-dimetoxi-6-8-metil-flavonona. En la planta se han detectado los alcaloides de indolizidina juliprosina y el iso-componente. En la semilla la cumarina 4-ramnosil-gentiobiósido del ácido elágico.
La actividad antibiótica de esta planta ha sido bien demostrada con una fracción de alcaloides obtenida de las hojas. Se ha obtenido respuesta positiva frente a 17 cepas diferentes de bacterias, observándose mayor actividad contra Corynebacterium diphtheriae, Staphylococcus aureus, Staphylococcus epidermis. Esta misma fracción alcaloidea presentó actividad antifúngica contra Candida albicans y Crytococcus neoformans.
Un extracto etanólico-acuoso preparado de las partes aéreas de la planta presentó actividad antiespasmódica evaluada en íleon de cobayo y actividad diurética en ratas por la vía intraperitoneal a la dosis de 0.187mg/kg.
Otras actividades que han dado respuesta positiva farmacológica son la hipotérmica de un extracto etanólico-acuoso evaluado en ratón, por la vía intraperitoneal, a la dosis de 0.375mg/kg, la inhibidora de la tripsina de un extracto acuoso de semillas, la actividad hemolítica de una fracción alcaloidea obtenida de semillas de la planta y evaluada in vitro a la dosis de 50mcg frente a glóbulos rojos, así como la antitumoral, aunque débil, presente en un extracto etanólico (al 70%) preparado a partir de frutos y evaluado en ratones.
Otras actividades evaluadas, pero que resultaron negativas, fueron la analgésica, la anticonvulsivante, la antiinflamatoria, la hipoglicémica, la potenciadora de barbitúricos; así como los efectos abortivos, de antiimplantación, espermicida y de coagulación del semen; todas evaluadas con un extracto etanólico-acuoso de las partes aéreas de la planta.
Una fracción de alcaloides obtenida de las hojas de la planta mostró un claro efecto antibacteriano y antifúngico.
En el hombre, la madera ha mostrado un efecto productor de dermatitis por su uso externo.
Prosopis juliflora es una planta de origen americano a la cual se le reconocen, desde la época prehispánica, propiedades terapéuticas en enfermedades de los ojos, como irritación, conjuntivitis, oftalmías crónicas, uso que ha sido registrado desde el siglo XVI hasta nuestros días. Además, se ha confirmado una marcada actividad antibiótica en sus extractos, por lo que el uso actual más frecuente de esta planta se ha validado tanto histórica como experimentalmente, confirmándose plenamente su efectividad.
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