Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
Diccionario Enciclopédico de la Medicina Tradicional Mexicana
Enlechado

(Chis) (1) (Coah) (2) (Edo Mex) (3) (Mor) (4 a 11). Sinónimo(s): daño de leche (Pue) (12), empacho de leche (Oax, Pue y Ver) (12 y 13), empacho de pecho (Mich) (14), lechado (Mor) (7), pegazón (11). Lengua Indígena: Purépecha (Mich) itsikua k´ungekua (14).

Enfermedad propia de niños lactantes, correlativa del empacho, originada por la ingestión de leche materna en condiciones inadecuadas, y cuya manifestación principal son las deposiciones con restos de dicho alimento.

Las causas que la originan son las tetadas frecuentes o excesivas, que ocasionan que al niño "se le encime la leche" (12) (10); la lactancia a "deshoras" (12) (14); así como el abuso de grasas y alimentos fríos o calientes por parte de la madre (V. frío-calor), que generan que su leche "se corte"

(6 y 7) (10). Otros factores que repercuten en la calidad de la leche materna y que afectan al bebé, son el "enfriamiento" que sufre la madre al lavar o bañarse (12), así como asolearse en exceso (2 a 4) (9) (14), ya que el pecho expuesto al agua fría, o la espalda al sol, provocan que la leche presente grumos, esté "cruda" (4). Asimismo se recomienda a la madre no amamantar cuando ha sufrido una fuerte impresión, como un susto o una muina (6) (10) (12) o cuando está "agitada" (14). En los casos en que la alimentación no se realiza con leche materna, sino con biberón, la causa del enlechado se atribuye a la ingesta de leche añeja, "trasnochada", es decir, a los restos que quedan en el recipiente y que el niño toma posteriormente (8).

En algunas localidades se distinguen dos tipos de enlechado: de calor y de frío. En Morelos se reporta que el primero se debe a una concentración de calor en el pecho de la madre, por permanecer durante largo tiempo cerca del comal o expuesta a los rayos del sol (10); en Tepepan, Distrito Federal, se considera que bajo estas condiciones la leche está caliente, lo que provocará en el infante vómito, fiebre y diarrea (3). El segundo es originado por la leche cortada, debido a que la madre padece catarro o se ha bañado con agua fría, o bien ha comido en exceso alimentos de calidad fría (6) (10),

Si bien este padecimiento cursa con la sintomatología común al empacho, posee particularidades que lo distinguen, principalmente por las características de las evacuaciones, que suelen ser diarreicas, fétidas ("olor a caño") (7) (3) (15), de color blanquecino o verdoso (5) (14 y 15), con presencia de grumos de leche (4 y 5) (11) (15), que se asemejan a leche cortada (9 y 10) o a "masa de huevo cortado" (6). Además, hay presencia de vómito (3 y 4) (10), cólicos, "eructos ácidos" y, en ocasiones, algodoncillo (10).

Para su curación es común el empleo de leche materna y diversas especies vegetales, así como la práctica de masajes. En Oaxaca, Puebla y Veracruz se realiza un típico tratamiento que consiste en calentar leche materna en una cáscara de huevo; una vez que la leche se condensa, se administra tres veces al día mezclada con té de hierbabuena (Mentha piperita) y carbonato. Simultáneamente, el niño recibe sobadas en el abdomen para "disolver lo duro", empleando para ello manteca de cerdo; pueden presentarse variaciones tanto en los elementos como en los procedimientos terapéuticos utilizados. Así, por ejemplo, se puede hacer rodar al niño sobre una manta, darle palmadas en las plantas de los pies o extender el masaje hacia el vientre y las piernas, todo dirigido a "despegar el alimento" que obstaculiza la digestión e impide el tránsito de las heces. Como parte del tratamiento se aconseja que el infante ingiera exclusivamente tes durante el primer día de la curación, y que no sea amamantado en exceso, con una preferencia por la alimentación basada en atole de maíz (12).

En el Distrito Federal, Morelos y Coahuila se reportan procedimientos similares al de calentar en una cáscara de huevo la leche materna y mezclarla con plantas medicinales, con la salvedad de que en las dos primeras entidades se utilizan además cominos rústicos (?) (15), y en la tercera, en vez de hierbabuena emplean estafiate (Artemisia ludoviciana subsp. mexicana) y un poco de sal (2). Otros tratamientos reportados en Morelos consisten en administrar leche materna, ya sea con aceite rosado (7) o con un cuarto de pastilla de Leche de Magnesia para posteriormente proceder a "jalar el pellejito" (9) (V. tronar el empacho).

Existen algunas medidas para prevenir esta enfermedad: en Morelos se aconseja a la madre bañarse en el temazcal (6) y posteriormente darse un masaje en el pecho con alcohol y hierbas de calidad caliente (4); asimismo, se le recomienda no amamantar cuando su temperatura corporal es alta (9). En Coahuila cuecen hierbabuena en una cuchara que contiene agua con azúcar, dándola de beber al niño, para que pueda ser amamantado sin que se "enleche" (2). Una interpretación médica académica de este cuadro, es que se puede estar ante una deficiencia de lactasa, enzima que permite la absorción y degradación de la leche. Esto llega a suceder principalmente si el niño se encuentra desnutrido o padece una gastroenteritis infecciosa, "... ya que la lactasa es producida en la membrana más superficial de las microvellosidades del intestino delgado y éstas se atrofian en el caso de la desnutrición o quedan dañadas por la inflamación o el efecto de `barrido´ que la misma diarrea infecciosa produce en el intestino". Otra de las causas puede ser la ingestión de leche en polvo preparada en biberón, con mayor proporción de soluto que de agua, lo que desencadena una diarrea hiperosmolar (15).

Índice de Autores

(1) Moscoso Pastrana, P., 1981.

(2) Kelly, I., 1965.

(3) Madsen, C, 1965.

(4) Ingham, J. M., 1970.

(5) Hersch Martínez, P. et al., 1988

(6) Álvarez Heydenreich, L, 1976.

(7) Álvarez Heydenreich, L, 1987.

(8) Baytelman, B., 1986.

(9) Zolla, C. et al., 1990.

(10) Mellado Campos, V. et al., 1989.

(11) Padrón Puyou, F., 1956.

(12) Zolla, C. et al., 1988.

(13) Herrero Ricaño, R. et al., 1989.

(14) Rangel, R., 1982.

(15) González, L., 1990.

AT e lL