Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
Diccionario Enciclopédico de la Medicina Tradicional Mexicana
Caída del cabello

Sinónimo(s): calvicie.

Padecimiento de causalidad diversa, caracterizado por la pérdida paulatina del cabello en forma total o parcial.

Son muy diversas las creencias populares acerca de sus orígenes. Por ejemplo, los mazahuas consideran que es ocasionada por nerviosismo, falta de vitaminas o de aseo (1), o bien, porque a la persona le hayan echado "ojo en el pelo" (2) (V. mal de ojo). Para los nahuas poblanos, su causa es lavarlo con agua que contenga grasa u otras sustancias dañinas (3); mientras que para los habitantes de Milpa Alta, Distrito Federal, puede deberse a secuelas de enfermedades que han dejado al paciente débil e inapetente, o a una concentración excesiva de calor durante el baño con hierbas aromáticas en el temazcal (V. frío-calor) (4). En Tabasco, se dice que tiene un carácter hereditario, o que es ocasionada por sentir angustia (5).

El adelgazamiento del pelo (4), la pérdida de su brillo, la aparición de caspa y la comezón en.

el cuero cabelludo (1) son manifestaciones previas a su caída.

Los tratamientos reportados destacan el uso de diferentes especies vegetales: en los Altos de Chiapas, raspan y baten en agua las semillas del zapote blanco (Casimiroa edulis), obteniendo una sustancia de consistencia pastosa que aplican diariamente en el pelo (6); en Mecayapan, Veracruz, los nahuas aconsejan dar masajes capilares con agua mezclada con jugo de la raíz de la malva de cochino (Malva sp.), o con el de las hojas de guayaba (Psidium guajava) (7); en Misantla, Veracruz, se realiza el mismo procedimiento, pero utilizando el romero (Rosmarinus officinalis) macerado en alcohol (8). Otros tratamientos consisten en lavar el pelo con diversas infusiones: en Texcoco, Estado de México, utilizan el encino (Quercus sp.) o la espinosilla (Loeselia mexicana) (9); en Morelos, ya sea en forma individual o mezcladas, emplean berro (Nasturtium sp.), mastuerzo (Lepidium granulare), malva (Malva parviflora), apio (Apium graveolens), espinosilla y hueso de aguacate (Persea americana) (10); en Amixtlán, los totonacos poblanos usan hierbabuena (Mentha sp.) con hierba de garrapata (?) (11); y en Tabasco, hojas de verdolaga (?) y de aguacate (5).

De acuerdo con la información recogida por Madsen entre los nahuas de Tecospa, Estado de México, el aumento de la temperatura corporal en una mujer impide que su cabello crezca. Para estimular su crecimiento, es necesario disminuir el calor acumulado, aplicando en el cabello aceite de víbora de cascabel (Crotalus sp.), considerado de calidad fría; de esta forma aquél crecerá tan largo como una víbora. Sin embargo, existe el peligro de que en una noche tormentosa las trenzas que crecieron artificialmente se enrosquen como serpiente y estrangulen a la mujer y a su esposo; para evitarlo, ella debe amarrarlas a los postes de la cama (12).

Esta información pone de manifiesto la importancia que los grupos nahuas confieren actualmente al cabello y patentiza la vigencia de remanentes de creencias primordiales de la cosmovisión nativa prehispánica. López Austin señala la importante función del cabello entre los antiguos nahuas, principalmente como un cobertor de la cabeza que impedía la salida del tonalli, por lo que el rapado nunca era total, excepto en los casos de castigo a los delincuentes. De igual manera, el cabello era considerado un receptáculo de fuerza, por lo que se dejaba que a los niños enfermos les creciera o se les hacían cortes en forma de serpientes, desconociéndose en la actualidad el significado mágico de tal procedimiento (13).

Actualmente la preocupación de los indígenas por evitar la pérdida del cabello o por estimular su crecimiento, manifestada en la gran cantidad de tratamientos empleados, es consecuencia lógica de las creencias prehispánicas aún vigentes en dichos grupos.

Para la medicina académica, la caída del cabello puede ser parcial (alopecia areata) o total (alopecia universal) (14).

Índice de Autores

(1) Gómez López, J. M., 1990.

(2) Colín Juárez, C., 1982.

(3) Castro Ramírez, A. E., 1988b.

(4) Palacios de Westendarp, P., 1986.

(5) Garcés Medina, A., 1987.

(6) Moscoso Pastrana, P., 1981.

(7) Ramírez Hernández, A. et al., s/f.

(8) Hernández y López, J. A., 1988.

(9) Esquivel Romero, A. E., 1989.

(10) Magdaleno Mora, R., 1987.

(11) Castro Guevara, C. A., 1986.

(12) Madsen, W., 1960.

(13) López Austin, A., 1990a.

(14) Escalona Pérez, E., 1975.

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