Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
Diccionario Enciclopédico de la Medicina Tradicional Mexicana
Espanto de muerto

Lengua Indígena: Huave naranwësh wesnwrrear (1), wis nearrar (2).

Tipo de susto causado por el encuentro con el espíritu o fantasma de una persona fallecida.

Es común encontrar esta arraigada creencia en amplios sectores de la población. Los habitantes de Cuijla (Cuajinicuilapa), Guerrero, consideran que la persona que en vida poseía una "sombra pesada", continúa siendo peligrosa aun después de su muerte, especialmente si su sombra no ha sido "levantada", pues bajo esas circunstancias deambula en forma de espanto, fantasma o espíritu de muerto por los lugares de su residencia terrestre. Sus efectos enfermantes son atribuidos a que captura la sombra de las personas: de ahí el uso de la expresión "le tiene cogida la sombra el muerto" (3).

Es más factible que el contacto de tan particular ente enfermante con sus víctimas suceda en aquellos lugares ligados a los muertos, como los cementerios, o en sitios donde ocurrió un homicidio. Por tal motivo, la gente evita transitar por los lugares "sombrosos" o "pesados", expresiones que hacen alusión a la sombra del difunto y a las características del sitio (4). También es posible que un individuo atraiga a un muerto al recordarlo o soñarlo con frecuencia; frente a este hecho, el finado siente lástima por abandonar el lugar y permanece entre los vivos (1 y 2) (5). En los Tuxtlas, Veracruz, cuando alguien declara que continuamente "se le aparece un muerto" en sueños o durante la vigilia, se dice que el mismo "le agarró la sombra", conjeturando así que se encuentra enfermo de espanto de muerto (5).

Para su curación, algunos especialistas mixtecos de Jamiltepec, Oaxaca, acuden en compañía del paciente al lugar de la aparición; allí rezan y ofrendan velas, copal, agua bendita, huevos y una gallina que les sirve de alimento después de haberla sacrificado (4). En los Tuxtlas, el terapeuta somete al enfermo a una limpia, y le reintegra la esencia vital por medio de una ceremonia llamada levantar la sombra. Todos estos procedimientos se efectúan cerca de la tumba del aparecido (5 y 6). Por su parte, los huaves de San Mateo del Mar, Oaxaca, acuden con el neasomiy, el orador de la tierra, quien por medio de ofrendas y plegarias le suplica al muerto que se retire. Si el enfermo no mejora, se solicitan los servicios del neawiic muerto o azota muertos, quien procede a golpear al enfermo con un fuete, con objeto de "sacarle el muerto". Paralelamente, dos hombres y una mujer intervienen echando humo y rezando en la casa; le pegan a la cama, a las paredes y a todo lo que encuentran a su alrededor. Después sacuden al enfermo, y se golpean ellos mismos y a los que están presentes "para que no se les meta el muerto" (V. aire de noche). Cuando finalmente logran "sacar al muerto", lo llevan al monte y allí lo maldicen. Al regresar a la casa, se dedican a "limpiarla" con humo de chile y festejan la curación con una borrachera, pues "el muerto ya vio que son valientes, y le da miedo regresar" (1).

Índice de Autores

(1) Ramírez Castañeda, E., 1987.

(2) Signorini, I. et al., 1979.

(3) Aguirre Beltrán, G., 1985.

(4) Flanet, V., 1977.

(5) Olavarrieta Marenco, M., 1977.

(6) Scheffler, L., 1988.

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