Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
Diccionario Enciclopédico de la Medicina Tradicional Mexicana
Gallina

Las gallinas, gallos y pollos han ocupado un lugar fundamental en el vasto campo de la medicina tradicional, particularmente en el tratamiento de las enfermedades asociadas a contextos mágicos como la brujería, el mal de ojo, la pérdida del alma, el aire, el susto, etcétera, al considerarlos el vehículo adecuado para absorber y, al mismo tiempo, retirar la enfermedad del individuo.

Existe una preferencia notoria por las aves negras, color asociado siempre con el inframundo, lo diabólico, lo oscuro, lo maligno. Además de sus huevos, se utiliza todo su cuerpo con fines medicinales, o bien como componente simbólico importante en las distintas ceremonias mágicas para restablecer la salud del individuo, en particular para los casos de pérdida o captura del alma. En comunidades nahuas del Distrito Federal, se receta comer carne de gallina negra para "cerrar al enfermo de aire" y para que no vuelva a contraer la dolencia; para tratar la brujería, se bebe su sangre o se aplica ésta sobre el cuerpo, o se ingiere la hiel disuelta en pulque o té de canela (1). Los nahuas de Mecayapan, Veracruz, mencionan que para curar el tifo se sacrifica un gallo negro colocado sobre los pulmones del paciente, de modo que su sangre lo bañe, mientras que la carne se le pone en la espalda; además, se confeccionan unas plantillas con las tripas del animal, que al pudrirse dan prueba de la curación del enfermo (2). Para los zapotecos de Cuixtla, Oaxaca, la gallina negra resulta sumamente efectiva para el tratamiento de las fiebres perniciosas; aplican la gallina partida en dos, aún palpitante, sobre el vientre del paciente. También la utilizan para la curación de ciertas infecciones, en las que la curandera y la madre, o la mujer del paciente, ascienden hasta la cima de una montaña lejana, para allí comer una gallina negra en compañía de la divinidad del lugar (3).

Como un elemento simbólico, los nahuas poblanos de Atla mencionan que cuando un individuo pierde su alma, el brujo procede a limpiarlo con un gallo negro, para que de esta forma el gallo recoja la enfermedad; posteriormente lo llevan al río aún con vida y amarrado dentro de un huacal, y allí lo dejan, o bien lo entierran o abandonan cerca de la cueva del aire malo en calidad de ofrenda. La explicación dada es que el gallo negro simboliza otra alma, que es brindada como ofrenda al aire malo en lugar del alma del enfermo; el aire toma en posesión al gallo y deja en libertad al alma prisionera (4). En San Pablito, Puebla, el pollo negro constituye un material curativo esencial para las barridas que los brujos otomíes practican a sus pacientes. Se sacrifica como ofrenda a los espíritus, y envuelto en papeles hechos de corteza recortados con determinadas figuras, es puesto sobre el pecho del enfermo "para que absorba los malos espíritus" (5). Los ensalmadores nahuas de Mecayapan, usan al pollo para tratar el susto; se ofrece a los chaneques a cambio del alma del paciente (6). Para los nahuas y popolucas de Veracruz, la gallina o el gallo negro poseen un gran significado simbólico. El gallo negro se sacrifica y se coloca cerca de los difuntos para proteger su espíritu, mientras que la gallina de igual color se sacrifica para ofrecerla a cambio del alma capturada por los chaneques; sus huevos se utilizan para limpiar y sirven como oráculo para "ver" los males después de las limpias (6 y 7). En general, en la región de los Tuxtlas, Veracruz, la gallina negra cobra relevancia, no sólo porque sus huevos son utilizados en las limpias, sino también porque ella desempeña un papel central en los rituales de corte diabólico en que los brujos la utilizan para obtener poderes mágicos, sacrificándola en un cruce de caminos (8). Los huaves de Oaxaca emplean los huevos de gallina negra para limpiar a los enfermos de mal de ojo; explican que el huevo ha de ser de gallina de tal color, ya que éste se relaciona con la oscuridad y anula el poder de la mirada portadora del mal de ojo (9). Para los tzotziles de Chiapas, el gallo o la gallina negra son un elemento simbólico importante en algunas ceremonias curativas del alma, ch´ulel, ya que representan el sustituto que se ofrece a los dioses, a cambio de liberar el alma retenida por ellos, o bien cuando un pukuj mantiene preso el yanach´ulel de otra persona (10 y 11). Olavarrieta menciona que la vigencia mágica que reviste la gallina negra proviene indudablemente de la tradición europea, en la que prácticamente todas las partes de su cuerpo, incluyendo sus huevos, son utilizadas por la medicina mágica, a la vez que es asociada, junto al gallo del mismo color, con la figura del diablo. También se encuentra registrada en los historiales europeos, la técnica reportada en los Tuxtlas para obtener el poder mágico de origen diabólico, precisando que la misma sirve para invocar al diablo. Asimismo, en Europa adjudican a los huevos funciones protectoras contra diablos, brujos y toda clase de desgracias (8).

Pese a que la gallina fue introducida por los españoles durante la Conquista, las prácticas en las que se ofrece su sangre para la curación de ciertas enfermedades que debilitan al individuo, coinciden con muchas otras de origen prehispánico, pues también para los antiguos pobladores de México, la sangre simbolizaba el líquido vital cuya fuerza se transmitía por el solo contacto.

Índice de Autores

(1) Palacios de Westendarp, P., 1986.

(2) Álvarez Heydenreich, L., 1987.

(3) Séjourné, L., 1985.

(4) Montoya Briones, J., 1964.

(5) Christensen, B., 1953.

(6) Hernández, E. et al., 1982.

(7) Münch Galindo, G., 1983.

(8) Olavarrieta Marenco, M., 1977.

(9) Signorini, I., et al., 1979.

(10) Pozas Arcienega, R., 1987.

(11) Vogt, E., 1980a.

MM