El "piquete de avispa ponzoñosa" es un tipo de accidente común entre los habitantes de las comunidades mexicaneras, quienes señalan que esta avispa es un insecto ponzoñoso que vive en la región y que pica a los hombres que, inadvertidamente, al caminar por el campo mueven los panales que se encuentran en las ramas bajas de los árboles (V. picadura de avispa). Al igual que en el caso de la picadura de alacrán y de viuda negra, también este accidente puede ser enviado mediante alguna forma de hechizo "por alguien del mundo") La avispa ataca de preferencia en la región de la espalda, y su piquete tiene la propiedad de dejar momentáneamente ciega a la persona que lo sufre, la cual advierte una súbita sensación de intenso calor y siente la cabeza "como que se le agranda".
A pesar de que el accidente puede ser de carácter sobrenatural, los terapeutas no emplean práctica alguna del tipo mágico-religioso. Según ellos, la mayoría de las personas que viven en la región conoce la forma de tratar esta clase de picadura, probablemente por la frecuencia con la que ocurre el percance; de esta manera, si la persona afectada se encuentra cerca de un "charco de agua fría", debe meterse en seguida, ya que el frío del agua tiene la propiedad de contrarrestar la calidad "caliente" del veneno. Otra forma de tratamiento consiste en buscar rápidamente unas piedras macizas, y golpearlas "a modo de que suelten un olorcito parecido al azufre: su efecto contrarresta el efecto del piquete", aseguran los curanderos.
Los informantes hacen notar la necesidad de tratar de inmediato el piquete de avispa venenosa, en virtud de que una atención tardía puede provocar la muerte del enfermo "de un momento a otro".