La limpia es un procedimiento terapéutico utilizado comúnmente por una clase particular de terapeuta tradicional tepehuano y mexicanero, conocido con el nombre de "curandero religioso", quien trata las enfermedades de origen sobrenatural tales como la envidia, hechizo y daño.
La limpia empleada para esas causas de demanda de atención es de tipo curativo. Los elementos empleados en su práctica son: plumas de aguililla, generalmente dos, algunas flechas "de tradición huichol" (V. muvieris) y humo de tabaco (V. macuche). El paciente se acuesta, o se sienta, y el curandero coloca a su lado las flechas, que son consideradas el vehículo mediante el cual es posible lograr el contacto con las divinidades que pueden permitir la curación del enfermo: son a estas deidades a quienes platica acerca del percance que está sufriendo el enfermo, y a ellas les pide su colaboración y auxilio en el tratamiento. La ceremonia prosigue con una práctica que consiste en echar, sobre el paciente, humo de tabaco mediante la dinka (pipa), con el fin de llegar al "conocimiento", es decir, saber si el tratamiento va a tener éxito o no: el curandero observa las formas que va asumiendo el humo; si éste se va "pa´ arriba del-cielo el enfermo tiene lucha", o sea, tiene posibilidades de curación, mientras que si el humo se esparce a los lados del mismo, "se conoce que ya el enfermo no tiene lucha", esto es, cualquier tratamiento es inútil. Una vez al tanto del resultado de la terapia, el curandero, con las plumas, concentra la enfermedad en un punto específico del cuerpo del paciente, y después la chupa con su boca y la escupe en la tierra para no contagiarse. Este procedimiento se debe aplicar por tres veces.
Por lo general, las enfermedades para las que es necesario recurrir a este procedimiento cursan con dolor en alguna parte del cuerpo, el cual muchas veces persiste después de la limpia; en estos casos, el tratamiento se complementa con la administración de un té de hojas de palo santo. Pero si el paciente tiene calentura, se le aconseja restregarse con hojas de un arbusto conocido como margarita.