Híhiltek, híhivil o graan. Granos y llagas
Con el nombre de granos, los pimas designan un tipo de padecimiento dermatológico, caracterizado por la aparición en la piel de erupciones en forma de granos -de ahí su nombre-, que "se extienden progresivamente y provocan mucha comezón, de día y más aún de noche". Cuando la persona afectada se rasca, la dolencia se complica: "salen llagas, que son agujeros con pus", es decir, los granos se infectan.
Los informantes consultados indican que desconocen las causas que originan estos granos, pero señalan que es una afección de la piel que se da con cierta frecuencia entre los habitantes de las comunidades pimas, sin distinción de edad (V. sarna).
Varios son los tratamientos recomendados para curar esta afección. Generalmente, se trata con preparados a base de plantas medicinales administrados en forma externa, ya sea a modo de baños o aplicados localmente en la zonas que presentan los granos y llagas. En ciertos tratamientos, en los que se aconseja el uso local de medicamentos, se emplean remedios de patente -como el sulfatiazol, la terramicina o el muVapoRubndo-, mezclados con el preparado para aplicar directamente sobre los granos. Antes de iniciar cualquier tratamiento, el paciente debe bañarse, de preferencia con jabón amarillo (con azufre). Las plantas medicinales se emplean solas o mezcladas con el medicamento de patente; las de uso más frecuente son: la corteza ("cascalote") del árbol de nombre kusi (shipar), las hojas del palo dulce, el chichiquelite, la hierba de la golondrina, la hierba de sampedro -mezclada con una tableta de sulfatiazol-, o la raíz de babisa mezclada con Vick VapoRub. La terapia tiene el propósito de limpiar, cicatrizar y sanar los granos y llagas.
Uno de los tratamiento consignados por los terapeutas se describe a continuación. El medicamento se prepara con la corteza, machacada y hervida, del árbol kusi, que después se seca y se muele hasta convertirla en polvo. El enfermo se baña bien con jabón amarillo, y después se lava todo el cuerpo con el cocimiento de la planta; por último, se unta el polvo en todo el cuerpo, cuidando de rellenar bien los huecos de cada llaga, donde se deja por espacio de dos días; al término de este plazo, se repite la terapia. Por lo general, bastan unas tres o cuatro curaciones para aliviar completamente al enfermo.
Durante el curso de las terapias, se le recomienda al paciente "no exponerse al sol, al calor o al frío", así como evitar bañarse entre una curación y otra.