Con el nombre de "granos con pus", o ndi´i taayi, los habitantes de las comunidades tlapanecas designan a un cierto tipo de padecimiento dermatológico, caracterizado por la aparición de erupciones cutáneas en forma de granos grandes que contienen pus -de ahí su nombre-. Es una dolencia que afecta a toda la población y que tratan los rezanderos.
Los terapeutas señalan que estos granos pueden aparecer por varias causas: por un profundo deseo no satisfecho, por ejemplo de fruta; por desear comer un alimento "que sea choquilloso", es decir, que tenga un olor y un sabor particularmente intensos; a veces aparecen "después de pasar por lugares con mucha sombra"; por último, reconocen que pueden surgir por contagio,ya que manifiestan que "se pegan de otras personas". Los lugares con mucha sombra aparecen mencionados aquí por la creencia según la cual estos sitios concentran emanaciones malignas, provenientes muchas veces de "aires" o espíritus perversos. Es necesario destacar que las tres primeras causas mencionadas guardan relación con afecciones de tipo dermatológico no sólo entre los tlapanecas; en la medicina tradicional de otros grupos indígenas de México encontramos la misma correspondencia.
La aparición de este particular tipo de grano, es el principal síntoma del padecimiento. El enfermo presenta además dolor, ardor, comezón, inflamación y "calor" en los granos. Las erupciones no siempre contienen pus; muchas de ellas tienen sangre, y en ocasiones "se rompen o se pelan", afirman los terapeutas.
La mayoría de los tratamientos combinan procedimientos de naturaleza diversa: uno que actúa directamente sobre el proceso infeccioso que pudiese estar generando el mal, y otro que actúa mediante mecanismos de eficacia simbólica. Así, una de las terapias más comunes consiste en untar sobre "los granos que se pudren" un preparado que se elabora mezclando pastillas de Sulfatiazol bien molidas, con la "comida causante del daño"; mientras prepara el medicamento y hace la curación, el terapeuta reza tres padrenuestros y tres avemarías, para hacer que las propiedades medicinales de la mezcla sean superiores, y que el enfermo sane más rápido. Las curaciones se hacen diariamente por tres o cuatro días.
Si el enfermo no es tratado a tiempo, se llena de granos en todo el cuerpo hasta la cabeza. Los informantes señalan que esta enfermedad se previene dándole a la persona "lo que se le antoja para que no sufra los granos".