La hemorragia es otra de las enfermedades causadas por "desarreglos" durante el puerperio. Se origina generalmente por "levantar pesado, o cuando no se alivian bien, cuando les tarda la placenta en salir o por no cuidarse después del parto". Además del sangrado abundante, la enferma presenta palidez, mareo y dolor intenso en el vientre ("en la matriz"). El primero de los síntomas es el indicador más importante para establecer la naturaleza de la afección.
El tratamiento tiene el propósito de detener el sangrado, y consiste en sobadas en el vientre de la enferma con ayuda de alcohol y "vaporub", o con algún sebo de calidad caliente; en este último caso las sobadas se dan en todo el cuerpo. El tratamiento comprende la administración de tés de plantas medicinales, entre las que destaca el empleo de las hojas de borracho. Las preparaciones de uso más frecuente son; el cocimiento de hojas de borracho y de epazote endulzado con panela (miel de caña); el cocimiento de hojas de aguacate chico y de borracho endulzado con miel de abeja y, por último, el té de retoños de hojas de guayabo y hojas de borracho. Los terapeutas recomiendan complementar el tratamiento con baños de temazcal, uno cada tercer día, en los cuales la paciente debe ser "hojeada con ramas de baño", es decir, se debe golpear todo su cuerpo con un ramo de hojas de carrizo y hojas de borracho; la finalidad de este baño es la de eliminar los dolores de cintura y de espalda de la paciente. Al término de cada curación, "se le amarra la cintura" a la mujer, es decir, se le coloca una faja en la cintura (V. fajar).
La hemorragia es una afección que requiere de una terapia inmediata, ya que de lo contrario el sangrado aumenta y puede producir la muerte de la enferma. Para evitar las hemorragias durante el posparto, las parteras recomiendan "que la señora recién aliviada se cuide en la cuarentena, no haga quehacer y no tenga relaciones sexuales; que no tome agua fría ni coma cosas frías; además, debe bañarse en temazcal"