Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
La Medicina Tradicional de los Pueblos Indígenas de México
Zoques de Chiapas (O´de Put).
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Descripción de demandas
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Descripción de demandas

Desviación de hueso

En la medicina tradicional zoque, las expresiones "desviación de hueso" y zafadura de hueso son sinónimos, y designan a una causa de demanda de atención caracterizada por el desplazamiento del extremo de un hueso fuera de su sitio de articulación, lo que generalmente ocurre por accidentes tales como "caídas, golpes o resbalones". En las comunidades zoques, las personas que sufren una desviación o zafadura de hueso, o cualquier otro tipo de afección musculoesquelética, recurren a los especialistas en esta clase de padecimientos: los hueseros o, como la población los llama, "sobadores de zafaduras", en razón de que la "sobada" (V. masaje) constituye uno de los procedimientos terapéuticos más comunes de su práctica profesional.

Los terapeutas afirman que, en los casos de desviación, "se observa la zafadura del hueso"; este dato, aunado al interrogatorio y la revisión del lugar lastimado, les permite determinar el tipo de afección que padece el sujeto.

Los tratamientos aplicados para curar las zafaduras tienen la finalidad de colocar, mecánicamente, el hueso en la articulación correspondiente, lo cual se logra mediante "sobaduras"; esta práctica se hace con el objeto de calentar los músculos de la región. En su ejecución, se emplea el Ungüento 666 o la pomada "vaporub", aplicados sobre el sitio a tratar para calentar y facilitar las maniobras destinadas a componer el hueso. Así, el huesero "pone vaporub para dar masajes en la mano y colocar el hueso salido; le talla alrededor y jala poquito la muñeca para que embone el hueso; enseguida pone una venda y le recomienda que mantenga el brazo doblado y colgado al cuello con un pañuelo, y así se cuide mejor su mano", afirma uno de los terapeutas.

Durante los primeros días del tratamiento, el huesero talla diariamente la zona afectada, para que la inflamación baje lo antes posible y disminuya el dolor. Durante esos días, una de las indicaciones más importantes que debe observar el enfermo es la de "no mojarse la mano o el brazo, y no serenarse", es decir, evitar que la región lastimada se enfríe, ya que esto propiciaría la aparición de dolores musculares y reumas. Mientras está en tratamiento, el paciente debe bañarse sólo con agua tibia.

Si la persona que sufre una desviación de huesos no recibe atención médica inmediata, "padece dolor constante" y el miembro afectado puede quedarle "chueco"; del mismo modo, el tratamiento se hace más difícil. Los terapeutas zoques señalan que una manera de prevenir estas afecciones es teniendo cuidado al salir al campo o al monte, pues en estos lugares los accidentes que derivan en zafaduras son más frecuentes. Esta dolencia afecta con más frecuencia a los niños y a los adultos, especialmente a estos últimos, "por borrachos", aseguran los informantes. Los terapeutas atienden un promedio mensual de cinco pacientes con este tipo de problema.