Anginas de pecho

Se conoce con el nombre de "anginas de pecho" a un padecimiento propio de las mujeres que están amamantando, y que tratan principalmente las parteras y los hierberos. Se produce con más frecuencia durante los primeros meses después del parto, como consecuencia de "tanta leche y por no atenderse el pecho", afirman los terapeutas. Cuando el niño no es capaz de tomarla toda, o tiene dificultades para agarrar el pezón, la leche se acumula formando "unas bolas en el pecho", sumamente dolorosas, llamadas "anginas de pecho" por su semejanza con las amígdalas inflamadas (V. bolas en los pechos).

Esta enfermedad es de fácil diagnóstico. Por lo general, después de conversar con la mujer, la partera le hace una revisión de los senos, los cuales, además de endurecidos, al tacto se sienten afiebrados. Muchas veces incluso la enferma presenta calentura.

La terapia indicada tiene la finalidad de hacer fluir la leche y desalojar los senos. Con este fin, la mujer debe tomar una infusión de eucalipto que se prepara de la manera siguiente: se pone en la lumbre un recipiente con cuatro hojas de la planta y un litro de agua; en cuanto comienza a hervir se retira del fuego, se esperan unos minutos y se lleva nuevamente a ebullición; se deja enfriar y se toma, antes de cada comida, como agua de uso, "según la enferma se vaya sintiendo bien y así hasta que se alivie", señalan los terapeutas. Por lo general, en 15 días desaparecen "las bolas".

Las anginas de pecho pueden producir serias complicaciones si la mujer no inicia a tiempo el tratamiento: la calentura aumenta y las "anginas" pueden reventarse. Para evitar llegar a una condición como ésta es necesario que ella se "atienda el pecho", esto es, que en cuanto sienta las primeras molestias provocadas por la acumulación de la leche comience a tomar el té de eucalipto indicado para estos casos.