El mal aire, o "mal de aire", es un síndrome de filiación cultural que afecta principalmente a la población infantil mixe "porque, como todavía están chiquitos, por eso son más débiles y luego luego les pega". La "debilidad" aquí mencionada se refiere a un concepto de la cultura de muchos grupos indígenas, según el cual los niños, al nacer, tienen su espíritu "débil", son de condición "débil", y en consecuencia son más vulnerables a las influencias del medio, de los aires y del calor que emana de otras personas. A medida que el individuo crece, su espíritu va adquiriendo fortaleza, se va haciendo "fuerte", de manera que las personas ancianas poseen un espíritu particularmente "fuerte", que las hace inmunes a varias enfermedades.
Por ser una enfermedad infantil, el mal de aire es tratado por las parteras, quienes refieren que la afección se produce por un particular tipo de aire, "un aire malo" que penetra en el niño cuando la madre sale para proveerse de leña o agua.
El niño que ha contraído este tipo de aire se muestra decaído, tiene una calentura persistente, aunque no muy alta, y con frecuencia además presenta diarrea.
Los terapeutas mixes diagnostican el mal de aire mediante la aplicación de una "limpia con huevo"; una de las parteras consultadas describe el procedimiento: "yo ocupo un vaso y echo agua hasta la mitad, después con un huevo lo limpio bien bien, y cuando ya está, lo echo (al huevo) en el vaso, y allí se ve si tiene aire adentro del agua se ve y tiene aire". Generalmente, aquello que se ve y que indica la existencia de un "aire", son pequeñas burbujitas en la clara o en la yema del huevo. El tratamiento indicado por las parteras mixes tiene la finalidad de sacar el "mal aire" del interior del cuerpo del enfermo, lo que se logra principalmente mediante otra "limpia". Para ello, ciertos terapeutas emplean un ramo de sauco, si bien afirman que curan "con la limpia, con las tres ramitas de saúco y con rezos al Dios Padre: yo siempre rezo el padrenuestro; que me ayude el señor Jesucristo, porque yo no lo voy a curar a ese enfermo sino que él que me dé el poder, nuestro Señor lo va a curar al enfermo". La limpia se debe realizar tres veces, aunque a partir de la primera el enfermo comienza a estar mejor. Otros, en cambio, primero pasan un huevo de rancho por el humo de guaco y copal encendidos; enseguida, mientras rezan, limpian al enfermo con el huevo y luego le rocían aguardiente, en el que previamente han dejado macerar, durante varios días, hierbabuena, ruda, mostaza, pimienta y canela.
El mal aire es una enfermedad peligrosa, y el niño puede morir sí no es tratado a tiempo: "se muere después de un tiempo. Cuando el niño tiene diarrea y vómito, después poco a poco se pone más débil y ya; y si no se cura, así se muere porque le agarra mucha calentura y es esto lo peligroso, porque cuando ya no se baja la calentura, aunque uno lo inyecte, lo bañe y todo eso, se muere", afirman las parteras (V. tsiduk y tsu boj windoy).
A manera de prevención, los informantes recomiendan poner al niño "un telito rojo, y así no le pega el aire".