Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
Atlas de las Plantas de la Medicina Tradicional Mexicana
Hierba de la golondrina
Euphorbia prostrata Aiton — Euphorbiaceae


La imagen fué proporcionada por:
José Rangel Sánchez
Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. Fototeca Nacho López
Sinonimia botánica.

Chamaesyce prostrata (Aiton) Small

Sinonimia popular.

Golondrina, hierba de la golondrina chica, hierba del soldado. Michoacán: uijsakua-pitsikat; Nayarit: santaru (cora); Oaxaca: mejen xanab mucuy, xanab - mucuy; Puebla: akgkunuc xanat (totonaco); Yucatán: ch´een-ojo.

Botánica y ecología.

Es una planta pequeña, crece postrada y tiene tallos de color rosa ó púrpura, con pelos y jugo lechoso. Las hojas son más anchas abajo que arriba, diminutas; con grupos de flores en las partes terminales de las ramas y los frutos son unas cápsulas pequeñas con tres semillas.

Es originaria de América y del Viejo Mundo. Habita en climas cálido, semicálido, semiseco y templado, desde el nivel del mar hasta los 2240m. Cultivada en huertos familiares, crece en terrenos de cultivos abandonados, a orilla de caminos, asociada a bosques tropicales caducifolio y perennifolio, matorral xerófilo, bosques de encino, de pino y mixto de encino-pino.

Etnobotánica y antropología.

El uso de esta planta se menciona en estados del norte como Sonora y Nayarit, y en los del centro del país como el Distrito Federal, Estado de México, Michoacán, Puebla y Tlaxcala. Su uso principal es para las enfermedades oculares como ojos llorosos o nubes. Se curan exprimiendo dos o tres hojas de la planta en los ojos, esto se hace por las noches hasta que se siente mejoría, cuidando de no recibir una corriente fría. En cambio para desaparecer granos que nacen cerca de los ojos, se exprime el jugo del tallo y se aplica un poco directamente en éstos (V. perrilla). Como oftálmico, se usa exprimiendo directamente el látex en la parte afectada; de la misma forma se emplea para manchas en la córnea, lagañas y lagunas en los ojos.

También se indica en trastornos digestivos como diarrea, empacho, calor en el intestino, flatulencia, estreñimiento, disentería, inflamación en el estómago y mal de boca. Se reporta útil para lavados vaginales después del parto así como en piquetes de "arlomo", granos, erupciones de la piel, picadura de alacrán, heridas y dolor de riñones. Para los anteriores padecimientos la forma más común de uso es suministrándola como té. Sólo en Yucatán, se le utiliza contra el mal de ojo, macerando las hojas con orina.

Historia.

Francisco Hernández, en el siglo XVI relata su uso como antidiarreico, astringente, contra las manchas de la córnea y para la dermatosis.

En el siglo XVII, Francisco Ximénes la menciona para "calenturas, ventosidades, evacuando las cámaras de sangre".

Alfonso Herrera, en el siglo XX la reporta útil para enfermedades de la piel. Maximino Martínez, la refiere como catártica, empleada para curar manchas de la cornea, dermatosis, enteritis, epistaxis y hematemesis. Finalmente, la Sociedad Farmacéutica de México la reporta para la dermatosis y la tiña.

Química.

En las hojas se han identificado los componentes bencénicos prostratín A y C, y rugosín B y D. En la planta completa se han detectado los flavonoides camferol, quercetín y su ram-nósido, el glucósido de epigenin y el galactósido de ramnetín; y los esteroles campesterol y beta-sitosterol. En las partes aéreas de la planta se ha detectado la presencia de cumarinas, flavonoides, esteroides y triterpenos, taninos, resina, y componentes cianogénicos (por la presencia de ácido cianhídrico).

La planta completa contiene un aceite esencial, taninos y resina.

Farmacología.

La fracción soluble de un extracto etanólico obtenido de la planta completa de antropopiteE. prostratacos, ejerció un efecto antinflamatorio en rata, inhibiendo en un 76% un edema del pie inducido con carragenina. Esta fracción se administró por vía oral a una dosis de 200mg/kg. Se ha demostrado que el extracto etéreo posee una fuerte actividad antifúngica contra Trichophyton mentagrophytes, T. simii y Mycobacterium gypseum

Toxicidad.

Existen reportes de intoxicación de ganado vacuno el cual consumió 3 kg de la planta. Los animales presentaron severas diarreas y debilidad extrema. Su recuperación, se llevó varios meses. Se describe que el látex de esta planta provoca irritación de las mucosas y que el aceite de las semillas es purgante.

Comentarios.

La hierba de la golondrina, Euphorbia prostata, es una planta cuyos usos medicinales se reconocen desde época prehispánica. Francisco Hernández, en el siglo XVI la describe como antidiarreica, útil para las manchas de la córnea y los padecimientos de la piel. Los mismos usos medicinales perduran en la actualidad lo que hace suponer que posee efectividad terapéutica en esas aplicaciones. A pesar de ello, se ha realizado poca investigación farmacológica que respalde estos usos, a excepción de los estudios en que se pone de manifiesto los efectos antiinflamatorio y antimicótico de ciertos extractos. Se hace mención en la literatura de casos de intoxicación de ganado vacuno por la ingestión de la planta. Puesto que la forma de uso de la planta en algunos casos recomienda la ingestión oral del té, es importante no sólo confirmar mediante investigación científica los efectos referidos popularmente, sino aclarar el aspecto de la toxicidad de la planta que permita usarla con un mayor rango de seguridad.

Herbarios.

EBUM, ENCB, FCME, HUAT, IMSSM, INIF, IZTA, MEXU, UAN, UAP, UAS, XAL, XOLO.

Literatura.

Botánica. Estrada J. 1984; Evangelista V. y cols. 1991; Flores N Gutiérrez M. A. 1988; Gispert M. y cols. 1991; Gutiérrez M. A. 1989 Linares M. 1991; López E. 1988; López R. e Hinojosa G. 1988; Mata S. y cols. 1985; Mendoza B. 1983; Pérez R. y cols. 1983; Ruíz L. C. 1989 Sanabria L. 1986; Torres F. 1984; Velázquez F. 1990; Zamora M. 1991

Ecología. Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán, 1991. Estrada J. 1989; Linares M. 1991; López E. 1988; Martínez M. A. 1991; Ruíz L. C. 1989.

Etnobotánica Estrada, J. 1984; Evangelista V. y cols. 1991; Flores N y Gutiérrez M. A. 1988; Flores R. 1987; Gispert, M. y cols. 1991; Gutiérrez M. A. 1985; Gutiérrez M. A. 1989; Linares, M. 1991; López, E. 1988 López, R. e Hinojosa A. 1988; Mata S. 1986; Mendoza B. 1983; Pérez R y cols. 1983; Ruíz L. C. 1989; Sanabria L. 1986; Torres J. 1984; Velásquez F. 1990; Zamora M. 1991a; Zamora M. 1991b.

Historia. Hernández F. 1942 (1541-1546), Herrera A. 1921, Martínez M. 1969 (1934), Sociedad Farmacéutica de México 1952, Ximenes F. 1615.

Química. Hatano T. 1990; Ismail S. I. 1977; Martínez M., 1946; Rizk A. M. 1986, 1979.

Farmacología. Pal S. 1971; Rao V. R. 1970; Singla A. K. 1989.

Principios activos. Morton J. F. 1989.

Toxicidad. Aguilar C. A. y Zolla C. 1982.