Fluido

El "fluido" es una causa de demanda de atención de la población tzotzil atendida por sus médicos tradicionales. Se trata de una enfermedad de "posesión", producida por la "introducción de un espíritu o sombra en la persona", afirman los terapeutas. Generalmente, los sujetos que tienden a ser víctimas de esas entidades son individuos débiles. La intrusión de una sombra se manifiesta mediante una alteración visible en el sistema nervioso del afectado, el cual "se olvida de todo, se pierde, y su vista se observa rabiosa", habla solo y tiene la impresión de ser perseguido. El curandero diagnostica mediante la observación de la conducta y del semblante del enfermo, además de proceder a pulsarlo (V. pulsar).

El tratamiento consta de varias sesiones terapéuticas y tiene el propósito de liberar al enfermo del espíritu o sombra que lo ha invadido, finalidad que se logra mediante la limpia con plantas. Mientras ejecuta el procedimiento el terapeuta recita un conjunto de oraciones, conjuros y exorcismos propios para tratar esta clase de padecimiento Las invocaciones van dirigidas a la virgen de la Concepción, al Niño Dios, a la virgen de Guadalupe, a Cristo y a san Rafael, y los rezos están tomados de un libro cristiano titulado Corona Mística.

Todo enfermo afectado de fluido necesita someterse al tratamiento adecuado antes de que el padecimiento avance y lo haga perder la razón, o "perderse", como dicen los terapeutas. A manera de prevención, o más bien de defensa los médicos tradicionales aconsejan portar algún talismán o "protección", confeccionado para estos casos.