Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
La Medicina Tradicional de los Pueblos Indígenas de México
Chontales de Oaxaca o Tequistlatecos.
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Descripción de demandas
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Descripción de demandas

Limpias

Con este nombre se designa en la medicina tradicional de muchos pueblos de México, un procedimiento terapéutico, la mayor parte de las veces de tipo curativo. Entre los chontales, las limpias intervienen en las etapas de diagnóstico, tratamiento y prevención de numerosas enfermedades, especialmente de los síndromes de filiación cultural. Las limpias son, además, una causa de demanda de atención importante de los habitantes de las regiones chontales, ya que su campo de utilidad va más allá de los límites de la sola enfermedad.

El término limpia designa un procedimiento de eficacia simbólica cuya función principal es, como su nombre lo indica, quitar, sacar, extraer aquello que está generando el malestar, el desequilibrio o la enfermedad.

Las limpias se pueden ejecutar empleando diversos elementos. Uno de los más comunes es la limpia con huevo. Se llama así a una limpia que se hace utilizando un huevo fresco, de preferencia "de rancho", es decir, de una gallina casera. El procedimiento puede ser realizado de varias maneras: en una de ellas, el huevo se frota ("unta") por todo el cuerpo, de preferencia desnudo, del enfermo; por esta razón, muchas veces la limpia con huevo recibe el nombre de "unta de huevo". Otras veces, el huevo debe ser portado por el paciente durante algunas horas, como es el caso de una de las formas de diagnóstico del espanto, en que el enfermo debe llevar el huevo sobre el estómago por 24 horas. Cualquiera que sea la enfermedad que requiera una limpia con huevo, la acción que éste ejerce es la de "chupar" el mal; al absorberlo, el huevo no sólo libera al cuerpo del elemento que lo está dañando, sino que él mismo cambia sus propiedades, su estructura, y adquiere las características del mal que absorbió, efecto importante que es utilizado por los terapeutas para conocer la naturaleza de la enfermedad que produjo ese cambio. Es por esto que la limpia con huevo se emplea de preferencia para fines diagnósticos. El huevo se debe frotar, untar o portar, sobre todo en aquellas zonas del cuerpo donde se supone está concentrado el mal; generalmente, la presencia de dolor, de calor, o de inflamación constituyen indicios importantes que señalan la ubicación de dichas áreas. Para determinar la naturaleza del mal que ha modificado el contenido del huevo, es necesario romperlo y ver los cambios producidos. Esto se consigue quebrando el huevo, vaciándolo dentro de un recipiente con agua, generalmente transparente, y observando la configuración que adquieren la clara y la yema. Las maneras de interpretar esas formas son, casi siempre, particulares de cada terapeuta. Sólo frente a ciertas enfermedades es posible conseguir algún acuerdo, por ejemplo, cuando se usa para diagnosticar el mal de ojo o el mal de aire. En el primer caso, lo más probable es que, en la clara, el médico advierta una forma semejante a un ojo, o bien burbujitas si el paciente sufre un mal de aire. En ocasiones, no son formas las que aparecen después de la limpia sino un cambio en la estructura misma del huevo; tal ocurre cuando la enfermedad concentra calor, en cuyo caso el huevo se muestra opalino, como semi cocido; dependiendo de la intensidad del calor que tiene acumulado el enfermo en la región que ha sido limpiada.

La limpia con huevo también se utiliza como forma de adivinación. Cuando alguien desea saber si algún familiar ausente está vivo o muerto, recurre a un terapeuta que conoce el procedimiento. Para ello, es necesario que lleve un retrato del desaparecido y cuatro huevos, con los que el médico procede a limpiar el retrato. Enseguida los rompe en un recipiente con agua e interpreta las formas que ahí aparecen; "si se marca un nueve o un diez, o a veces un seis, la persona está viva; en cambio, si es una cruz o un siete con dos ceros, ella está muerta", manifiestan los informantes.

La limpia con ramo o plantas se emplea principalmente como tratamiento, por su capacidad de desplazar el mal. En ciertas formas de diagnóstico, la limpia con plantas aparece junto con la limpia con huevo, en estos casos, el diagnóstico es, al mismo tiempo, el inicio del tratamiento. En la limpia con plantas se utilizan vegetales que, por lo general, tienen la característica de ser muy olorosos; los de uso más frecuente son: la ruda, el albahaca, el romero, el laurel, el alcanfor (Achillea millefolium) y el pirul; otros, como la anona, el jacinto, la maravilla, la hedioncilla, el maracacao, el paraíso y el estafiate, son de empleo menos usual. Para ejecutar la limpia con plantas, se emplean las ramas, a manera de ramo (de ahí el nombre que en ocasiones los terapeutas emplean para designar el procedimiento: "ramear") el cual se pasa por el cuerpo del enfermo, de arriba hacia abajo, como atrayendo el mal que yace en su interior. En ciertas zonas de la República, a esta práctica se le llama "barrida", por el tipo de acto que implica. A veces, el ramo de limpia es rociado con algún líquido, como mezcal aguardiente o agua bendita, o con alguna sustancia sólida como el alcanfor molido, con la intención de potenciar su efecto. Otras veces, se impregna con humo de tabaco o de copal, con los mismos fines, especialmente si la enfermedad es causada por algún agente de propiedades semejantes, como por ejemplo el aire.

Esta forma de limpia con plantas, también se emplea para prevenir ciertas enfermedades, tales como el mal de ojo, el espanto y el mal de aire, entre otras. Otros tipos de limpias.

Además del huevo y del ramo de plantas, los terapeutas chontales utilizan con frecuencia otros procedimientos mágico-religiosos, que tienen la misma finalidad de las limpias. Entre ellos encontramos la "rociada", que, como su nombre lo indica, consiste en rociar sobre el cuerpo del paciente algún líquido de propiedades curativas. La rociada se puede hacer con un ramo de limpia, con ramas de una sola planta, o simplemente con la mano, y el elemento a rociar puede ser mezcal, aguardiente, agua bendita, agua simple o algún preparado medicinal. Así, en ciertos tratamientos del espanto, el enfermo no sólo debe tomar un té de ruda y hierba del mosquito, sino que, además, debe ser rociado con las mismas plantas, molidas y maceradas en agua. En ciertas enfermedades, como el mal de vergüenza, la rociada se hace con la boca y recibe el nombre de "soplada", ya que eso es lo que literalmente hace e! terapeuta: sopla sobre el paciente epazote masticado.

Las sahumadas o sahumerios son otra forma de limpiar al enfermo (V. sahumar). Los médicos tradicionales chontales utilizan en esta práctica, además de copal o resina de ocote, hojas secas de laurel, romero, y semillas de mostaza; así, no sólo se trata de elementos que al ser quemados producen mucho humo, sino que además éste es muy aromático, o en todo caso de olor fuerte.