Bieme nine lebiga eswerme. Almorrana
Bieme nine lebiga eswerme es la expresión empleada popularmente en la región de Santa María Guienagati, de la misma manera como derrame almorran lo es en la localidad de Laollaga, para designar un padecimiento conocido también con el nombre de "almorrana", el cual es atendido por los curanderos y hierberos de esas localidades. Se trata de un mal frecuente entre la población adulta que acostumbra ejecutar trabajos que requieren grandes esfuerzos físicos, tales como cargar cosas muy pesadas. Los esfuerzos continuos provocan que las "cuerdas" del abdomen, es decir, los músculos de esa región, se aflojen y que el recto se inflame. La persona que sufre el padecimiento "siente que le da pasamiento" -sensación de defecar-, tiene comezón en el ano y le baja cierta carnosidad del recto, la cual le causa dolor; también en el ano le aparecen unos granos que destilan un líquido amarillento, se cansa con facilidad y tiene dificultad para sentarse. Conforme avanza el mal, el enfermo adelgaza.
Al revisar al sujeto, el terapeuta reconoce la afección por el pedazo de carne que ve salido por el recto, el cual destila líquido amarillo; al tocar la carnosidad, el paciente siente un gran dolor.
La terapia para curar las almorranas consiste en sobar los músculos de la región del abdomen, con el objeto de "recoger las cuerdas" aflojadas, y en aplicar lavados intestinales destinados a limpiar los granos. El preparado que se emplea para estos fines se hace con dos hojas de hierba santa, dos ramas de cordoncillo, tres flores de rosa de Castilla y dos cáscaras de huevo; se hierven todos los ingredientes en un litro de agua y se cuelan en un depósito para lavativas. Se deben aplicar una vez al día por tres días consecutivos. Es recomendable que, mientras dure el tratamiento, el enfermo evite comer alimentos tales como carne de puerco, pescado y camarones, ya que se considera que son "inconosos", es decir, que retardan la curación de las heridas.
El enfermo que sufre este padecimiento debe procurar curarse a la brevedad posible, ya que corre el riesgo de que los granos se infecten y se "vuelvan cáncer".
Una forma de prevención para evitar la aparición de almorranas reside en no cargar cosas pesadas; no obstante, si esto no es posible, entonces se aconseja sobarse periódicamente para impedir que los músculos "se aflojen".