Padecimiento que, como su nombre lo indica, afecta a las cuerdas, término con el que en muchos grupos indígenas se designa a los músculos y tendones. Es una dolencia de la población adulta que se origina "cuando la persona de edad se cansa por estar trabajando, carga cosas pesadas y se falsea el cuerpo".
Los síntomas se presentan casi de inmediato; el enfermo "vomita a la hora de comer, le falta el apetito y siente un latido en la boca del estómago"; después, le comienzan a doler "las cuerdas", esto es, siente dolores musculares en todo el cuerpo y tiene los músculos contraídos; además, "los pies se le quedan dormidos", indican finalmente los informantes.
Después de conversar con el enfermo, el terapeuta inicia el tratamiento, durante el cual además confirma la naturaleza del padecimiento. Primero soba todo el cuerpo del paciente con manteca de puerco, pomada de manzana o aceite de comer, "para que afloje la cuerda y disminuya el dolor" (V. masaje); después, lo frota con alcohol para lograr que "baje el calor y que la persona saque el sudor malo, que es la causa del mal". La terapia incluye la ingestión de un té que se prepara con la planta de nombre "corazón de hombre", y que se debe tomar en ayunas durante los tres días que dura el tratamiento.
Si el enfermo no recibe la terapia adecuada, "empeora, queda en cama y puede morir, porque el latido es tan fuerte que le corta el aire". Los terapeutas recomiendan no cargar cosas pesadas; si el paciente realiza una actividad que requiere de grandes esfuerzos físicos, le aconsejan "tomar vitaminas para poder aguantar trabajos pesados".